jueves, 14 de junio de 2012

01054-52.TODAS LAS LEYES MIENTEN: 02.La custodia de los hijos

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                             -I-

      No existen los hombres, no existen las mujeres, existen las personas, dice Cómodo Centón.

                             -II-

     Los niños en ESPARTA, al nacer, pasaban una "revisión médica"; aquellos que no pasaban la prueba dicha, eran arrojados al vacío desde una montaña o bien eran entregados a la muerte del frío. A los siete años, ingresaban en la milicia. La MADRE era, tan solo, una "hembra que los había parido"

    MATERNIDAD significa posesión del fruto, uso y disfrute del mismo, manipulación y ejercicio de presente y de futuro, de modo que en virtud del concepto "madre" todo es hacible y permisible.

    Entre los dos párrafos anteriores media la NATURALEZA como concepto femenino, la MADRE-NATURALEZA como expresión primaria y emocional de la vida, frente a la VOLUNTAD como concepto masculino, la INEXISTENCIA DEL PADRE-NATURALEZA como expresión superior de la existencia. Lo NATURAL es, no obstante lo anterior, una voluntad intrínseca, y ese carácter de vuelta hacia lo que es natural es un elemento sin voluntad, ya que la esencia de una intimidad es por sí y para sí, ejercicio de dominio y resolución expresa, de modo que todo mineral, todo vegetal y todo animal solo es la decisión de lo natural en cuanto al existir. La VOLUNTAD es un acto externo a lo natural, que se presenta como una vulneración de la decisión de lo natural. Lo ARTIFICIAL es un acto de voluntad frente a lo natural.  

     Dicho de otro modo: LO FEMENINO contiene en sí mismo el "huevo de la vida", es decir, el receptáculo, o sea, la caverna donde la vida brota, se desarrolla y cobra energía, y el impulso para salir fuera del antro y realizarse a lo largo de una trayectoria que conduce a la muerte. Así pues, el "huevo" proporciona a LO FEMENINO el derecho matriarcal de propiedad absoluta sobre el contenido del "huevo", y es aquí donde surge la frase femenina por excelencia... madre no hay más que una; frase por entero emocional y sin atisbo alguno de racionalidad, que deja sin resolver si EL PADRE es solo uno o pueden serlo varios, mientras LA MADRE, después de parir, se cobra la pieza... ¡es mi hijo!.

     MÁS..., desde los tiempos de LA ESPARCIDA han evolucionado los conceptos; el amor de madre puede mucho. Y la evolución ha venido dada por esa parte de LO MASCULINO que ha mutado en HOMBRE-FEMENINO, donde el FEMINISMO en el Hombre-Femenino brota de una ilusión; cree que siendo "femenino" es más natural, más civilizado, más progresista y más humano, de tal manera que su"sensibilidad" pone en su sitio a la "maldad del PENE". Y es así porque radica en la MUJER-MASCULINA la idea clara y precisa de que un pene lo es si está al servicio de la mujer, es decir, un pene ha de levantarse a la orden de la Mujer-Masculina, de otro modo el pene, si piensa por sí mismo, es un instrumento machista, denotando de tal manera "maldad" el MACHISMO. 

     EL FEMINISMO es anti-integrador; se expresa del modo que sigue: ¡CUIDADO CON EL MACHISMO, MATA!

       Ahora bien..., EL FEMINISMO ES LA MUERTE si el machismo mata, afirma Cómodo Centón.

                             -III-

    La LEY establece la falsa igualdad entre hombre-mujer, ya que es el Juez quien determina, a su arbitrio, el destino de los hijos. Y es el Juez el que se somete a la cólera de la histeria de la Mujer (95% de los casos) si el veredicto promociona al Hombre; "no es humano separar a los hijos de su madre" y, he aquí otra lindeza, "los hijos están mejor con la madre", que embota la mente del Juez, de modo que son los "llantos" de la Mujer los que ganan la batalla al Hombre. Este sentido sensiblero es el argumento jurídico que determina que gana aquel que ha soportado mayor dedicación a los hijos antes de producirse la ruptura.

    El Régimen de Visitas establecido como imposición legal es negativo y macabro en su propio contenido, y es el resultado de la triste venganza y odio de la Mujer hacía el Hombre.

                             -IV-

     La SOLUCIÓN es clara y precisa... que vivan los hijos en el domicilio familiar, cinco meses con el Padre y los fines de semana con la Madre, para quedar cinco meses con la Madre y los fines de semana con el Padre, en un ciclo repetitivo e inalterable... 

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