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02599 (20.11.2015- 01.Así no se vencerá al Califato: La evidencia del futuro)
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Sí Cómodo Centón fuese un terrorista enarbolaría la bandera de la paz, lloraría en público y pondría flores en recuerdo de las víctimas. Sí Cómodo Centón fuese un terrorista, de actuar se guardaría en una ciudad con 1.000 soldados en las calles, con más policías que nunca, y con un teléfono de información a la ciudadanía operativo.
Cerrar una ciudad, sus líneas de metro y de trenes, los cines, los museos, los bares, los mercados y comercios, los conciertos, los campos deportivos y el Parlamento, y dejar las calles desiertas, como sin vida, es.... el TRIUNFO DEL TERRORISMO.
En BRUSELAS ha triunfado el terrorismo; quiérase o no se quiera, esto no tiene discusión. Y decir que ha triunfado el terrorismo no significa estar de acuerdo con el terrorismo, sino evidenciar que, además de matar, el terrorismo ha provocado el terror de lo femenino en la actual sociedad donde Cómodo Centón vive. EUROPA se ha convertido en una sociedad débil, una comunidad humana que ha adoptado los viejos principios empíricos, donde los derechos a la vida, el de la libertad, el de la felicidad y el de la propiedad, quedan desarrollados en normas jurídicas, cuya defensa es el atributo de un Gobierno que emana de la voluntad de las gentes, ente entendido como un consentimiento de hombres libres que se integran en sociedad y ceden una parte de su voluntad en el colectivo. Y es en esa cesión dónde se encuentra lo afeminado de una sociedad que se protege con la Ley de una realidad Sin Ley.
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