02791-278.EUROPA: 05.Bruselas y Turquía: Un acuerdo de imposible cumplimiento

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    Decir que el ACUERDO BRUSELAS-TURQUÍA donde Turquía se convierte en la frontera de Europa, una nueva marca territorial defensiva como en la Edad Media, a cambio de 6.000.000.000 de euros de alquiler de la policía turca, es un "acuerdo vergüenza" es una obviedad, como era una obviedad el haber cerrado las fronteras desde un primer momento, haciendo publicitario que nadie entraría en Europa pasase lo que pasase. 

     Pero si no hubo vergüenza cuando se invitó a la humanidad entera a entrar en Europa con hipócritas actuaciones humanitarias y de progresismo intelectual, es de recibo que ahora, con evidente hipocresía, se cierra la puerta y se contrate a un cancerbero, Turquía, para que dicho país pueda generar pozos de miseria en su territorio, pueda matar kurdos, cerrar periódicos y reprimir manifestación en Estambul a cambio de la complacencia y el silencio, a cambio de promesas de la integración europea de Turquía. 

    Las FRONTERAS están para algo; para impedir que otros entren. Si entrar puede entrar cualquiera, ¿para qué sirven las fronteras?, dicho de otro... en CASA DE LOS MUY HUMANITARIOS hay puertas y esas puertas tienen cerraduras y cerrojos para impedir que otros entren... ¿qué parte no se entiende?