domingo, 13 de marzo de 2016

02799-132.GENERALIDADES: Homeopatia

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                                                 I: CONCEPTO DE ENFERMEDAD

    El hombre está vivo porque está enfermo; de hecho, los muertos no padecen, que se sepa, enfermedades, o al menos no se quejan de dolencia alguna, ni acuden al médico, ni al brujo, ni al homeópata, ni al curandero, entre otros, dice Cómodo Centón en su TEOREMA DE LA ENFERMEDAD.

- Usted no quiere curarse -le dijeron a Cómodo Centón-
- Efectivamente, yo no quiero curarme, porque el día que me cure, estaré muerto -respondió-


                                                         II: HOMEOPATÍA

    Sí efectivamente aceptamos que "vivir es estar enfermo" como dice Cómodo Centón, "cuanto más vivimos, más enfermos estamos y, por tanto, vivimos más" añade Cómodo Centón. El asunto radica en que no admitimos a la enfermedad como elemento de vida, sino como sujeto de "mala vida", de ahí que sea usual querer vivir sin enfermedad. 

   SAMUEL HAHNEMANN, siglo XVIII, decía, en interpretación libre, que lo igual cura lo igual; es decir, si un hombre-lobo te muerde una vez, la cura es que un hombre-lobo te vuelva a morder. Así, la falta de energía se resuelve con una dosis de energía, el alcoholismo se resuelve con más alcohol, un cáncer con más cáncer, si la tibia se parte por un golpe. le damos otro golpe a la tibia, si el corazón se para, lo paramos de nuevo antes de que se ponga a funcionar... o si te duele la cabeza, le damos más dolor a la cabeza. Siguiendo con una interpretación libre... para curar a uno que cree en "dios", le damos una dosis de "dios" para que se cure en su creencia de creer en "dios". 

    La HOMEOPATÍA es y funciona por un mero acto de fe. Así, LA FE lo puede todo, arranca en el Hombre una vez éste recibe el “aliento”, es decir, el justo se salva por la fe y nace a Lo Eterno mediante el “agua derramada”, es convicción personal, se impone por revelación divina, el espíritu humano puede alcanzarla e interpretarla pero no mudarla; no precisa de prueba, se apoya en "dios", atisba la verdad. El CREYENTE es el sujeto de la homeopatía, DIOS es aquel que entrega al creyente la bolita de "agua concentrada", y de igual modo que te salva "la derramada", te cura la "concentrada". 

    Ciertamente, si somos agua y es el agua la esencia de la vida, ¿qué sentido tiene comer patatas?, esto es, cuanta más agua bebamos, más vivimos, de modo que lo que conseguimos comiendo patatas es ocupar una parte del estomago que debería estar ocupada por agua, o dicho de otro modo, las patatas matan. Por eso, LOS INFIELES se mueren antes que los creyentes... ¿o no?

    Cuando vamos al MÉDICO, éste nos despacha en un minuto, pero si vamos al HOMEÓPATA, éste nos atiende durante una hora, y no es lo mismo vivir un minuto que vivir una hora. Además, la FE nos lleva a otro argumentario... lo malo llega pronto, lo bueno se hace esperar. 

    Suele suceder, por otra parte, que si bien todo creyente en "dios" puede creer en el representante de "dios" en la tierra, el homeópata, hay "ateos" que rechazando la religión divina, creen en la religión homeopática, lo que es así en la medida que la FE es el fundamento de ambas religiones. Sin fe no hay convicción personal, y sin convicción personal no hay cura. De ahí que hay quién se cura en vida y quién no se cura en vida, aunque al final, todos se mueren cuando dejan de estar enfermos. 

    No pasa nada, dice Cómodo Centón, si una persona tiene fe... ¿por qué hay que quitársela?

    Al cabo de todo, dice Cómodo Centón, hay una evidencia... el HOMBRE come y bebe, y se muere, DIOS ni como ni bebe, y vive eternamente.

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