03127-52.IMPOSIBLES: La banda de música

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03184 (08.10.2016 - Carmen en su último viaje)

     Una banda de música, de noche, en la plaza de un pueblo, de mercado, me ha despertado. Dormía yo feliz en esta noche radiante, entre el verano y el otoño, que al despertarse mis oídos, oyeron el sonido de una banda de música de pueblo, dispuesta, en formación, en la plaza de un pueblo, en esta noche de la que hablo, hallándome yo dormido. 

    Despertado fui al balcón de mi alcoba; la gente del pueblo, sobre la plaza el mercado, escuchaba de la banda de música flotar notas musicales, con cierta alegría en sus rostros, y algunos, al ver mi presencia en lo alto, me miraban y sonreían, y aunque eran las cuatro de la madrugada, a nadie molestaba que la banda de música declamase su discurso de ruidos en aquella radiante noche, que no sentí yo me hubiese despertado, sino que despierto estaba antes de que la banda de música su algarabía musical hubiese iniciado. 

    Llegaban por el aire transportadas una melodía tras otra, en aquella plaza de pueblo, de mercado, que era de piedra su suelo, de baldosas irregulares y de tierra con plantas en algunos lados, mientras era fresca la noche, agradable el sonido, y alegre estaba el vecindario a esa extraña hora de las cuatro. Y aunque sentía sueño, y aunque los ojos se pegaban como las losas al suelo del mercado, y no tenía yo por cierto que las notas musicales me hubiesen despertado, yo estaba en el balcón de mi alcoba contemplando a la gente del pueblo escuchar el limpio sonar de aquellos instrumentos musicales que tronaban de ruidos el aire. 

    Un suceso que no recuerdo me obligo a dejar el balcón, y sin saber cómo fue, caí en el lecho; abrí los ojos tentado por el ruido de la banda de música, y entre sueños y despertares, pude al balcón llegar. Las gentes del pueblo no estaban en la plaza del mercado, ni los músicos estaban, más se hallaban, suspendidos en el aire, los instrumentos  musicales...