03137-70.CINE: La puerta abierta

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03112 (06.09.2016 - La espera)

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03202 (22.10.2016 - Elle)

    LA PUERTA ABIERTA es una película española de 2016, un drama con 84 minutos de metraje, desarrollada mediante la dirección y guión de Marina Seresesky, música de Mariano Marín, fotografía de Roberto Fernández, montaje de Raúl de Torres, y la dirección de arte de Javier Crespo, interpretada por Carmen Machi (Rosa), Lucía Balas (Lyuba), Terele Pávez (Antonia), Asier Etxeandia (Lupita) y Sonia Almarcha (Juana) entre otros.

    Cuenta la HISTORIA de una prostituta, hija de prostituta, dentro de un ambiente de prostitución y su entorno, en una corrala, y con un desenlace explicado en el propio título de la cinta. Básicamente son mujeres sus protagonistas, que se mueven en ambientes familiares de dudoso ambiente familiar, con una evidente carga desestructural, en un mundo de soledades internas, y donde subyace la posibilidad de eso que se llama "segundas oportunidades". La NARRATIVA se ubica en espacios muy justos que complica el desarrollo de la misma, pero que la DIRECCIÓN resuelve de manera excelente entre la escalera de una corrala y los escenarios de interiores de la misma, perdiendo cierta identidad cuando la narración acude a tomas exteriores, incidiendo, por otra parte, en una buena dirección de actores.

    La INTERPRETACIÓN es de un nivel elevado. Terele Pávez tiene una sobre actuación de sí misma que, en ocasiones, resulta grotesca, y Asier Etxeandia hace de sí mismo, aportando ambos elementos repetitivos a lo largo de la cinta. Sonia Almarcha está impecable, su rostro como la portera odiada, es una declaración, en si mismo, de portento sobre escena, domina la corrala y centra en ella el contenido básico de las relaciones sociales con putas, policía y marido. Lucia Balas está espléndida y soporta, para su edad, seis años, planos y secuencias de una manera inmejorable y de forma metódica. Pero la esencia interpretativa se encuentra en Carmen Machi, de la cual cabe destacar el contenido expreso de sus ojos así como los silencios prolongados de su rostro, de forma que es posible conocer a Rosa sin largas exposiciones de diálogos. Dirección e interpretación ejecutan un GUIÓN suficiente dentro de un lenguaje visual que mueve partes importantes de la cinta, y donde el MONTAJE pasa inadvertido al ocultar los cosidos entre secuencias, pero que en ocasiones se evidencia ante elementos MUSICALES que no terminan de adaptarse bien en la cinta.

    Cuenta la Dirección con dos secciones que aportan mucho al film. La FOTOGRAFÍA  es buena, creando un espectro que va desde la coloración oscura, negros y verdes fuertes que muestran los demonios interiores, donde las mujeres esperan a sus clientes, pasando por elementos fríos contenidos en la escalera de la corrala, y ciertos tonos pardos en los interiores de la vivienda, donde las emociones contenidas explotan en ocasiones. La luz suele ser frontal y plana, no produce sombras, y ayuda a quitar melodrama al drama, lo que se verifica en la longitud de los RITMOS, con escenas largas y cargadas de tristeza, angulaciones horizontales y encuadres basados en los interpretes, abundando los primeros planos y algunos de detalle, planos de medias figuras y, en ocasiones picados, preferentemente con Lyuba, y casi cenitales en los encuadres de las camas. La secuencia final y la última foto contienen el mensaje mismo de la película, donde el color blanco de la balaustrada y el verde las plantas regadas rompen el frío del cielo, en una interrelación cromática entre el pasado a olvidar y el futuro que ya es presente.

    MAQUILLAJE y PELUQUERÍA imprimen carácter a la cinta, por una parte la estética casi barroca de Antonia y de Lupita, la violencia interior de Rosa y la ternura de Lyuba, y finalmente la simplicidad de Juana. Importante también es la DIRECCIÓN DE ARTE en interiores con buena ambientación y útiles considerando la reducida escenografía donde se desarrollas las secuencias.

   La PUERTA ABIERTA es ese tipo de película que aburre a parte del espectro visual, que es incomprensible para otra parte, que no aporta beneficios, y que queda limitada a un margen muy pequeño de espectadores. Pero que es una película importante por su dirección, su interpretación y su equipo técnico.