lunes, 19 de septiembre de 2016

03142-18.NUEVA BENEFICENCIA: 33.Inmigración e Integración: Cumbre de la ONU: Nadia y Eni

DOCUMENTO ANTERIOR
03125 (12.09.2016 - ¿Cuántos emigrantes caben en España?)

DOCUMENTO POSTERIOR
03153 (26.09.2016 - 34.Inmigración e Integración: 01.Holanda: Declaración de Participación)



    En la CUMBRE DE LA ONU sobre REFUGIADOS, celebrada este pasado fin de semana, Nadia Murad Basee Taha, un mujer esclavizada por el Califato, ha dicho... "Ustedes deciden si otra niña como yo va a poder llevar una vida sencilla o se va a ver obligada a vivir con sufrimiento o ataduras", y en la misma reunión Eni Lestari Andayani, de la Alianza Internacional de Inmigrantes ha dicho... "Queremos que se nos vea, se nos escuche y se respete nuestra dignidad".

     Si en SIRIA una mujer no puede llevar una vida sencilla, y se ve obligada a vivir con sufrimiento y ataduras, no cabe duda que el culpable es el Califato; sí los inmigrantes quieren que se les vea, que se les escuche y que se respete su dignidad, no cabe duda que el culpable es el Gobierno del País de origen de cada inmigrante. 

   Pero dejar caer la culpabilidad de las desgracias de Nadia Murad Basee Taha y de Eni Lestari Andayani sobre las espaldas de aquellos que no violaron a Nadia ni desoyeron a Eni, es simplemente manipulación del resultado de la verdad, y con tal ataque de culpabilidad hacia los que ni violaron ni desoyeron, solo consiguen el rechazo de los que ni violaron ni desoyeron. 

    Francamente, Cómodo Centón no es culpable de lo que pasa en el mundo, solo es culpable de lo que pasa con su familia y con él. 

     Por otra parte, presentarse, como es el caso de Nadia y de Eni, en la ONU a insultar a los allí presente, solo consigue el rechazo de los gobiernos que, al cabo de todo, saben que lo que se les pide es dinero para sostener centenares de organizaciones no gubernamentales y oficinas de la Onu, donde docenas de miles de "cooperantes profesionales" cobran sueldos, y cuyos jefes viven en Suiza La Ramera, guarecidos en sus impolutos despachos. 

    Porque hay realidades incuestionables... una guerra se gana con destrucción y muerte, como una inmigración se gana con devoluciones, y ambas cuestiones desde el primer día, no dejando que la guerra se extienda y que la inmigración se multiplique. 

    Y el argumentario... ¡cómo a usted no le ha pasado, claro!,  resulta humano, demasiado humano para que sea efectivo. Porque si los millones de hombres y mujeres jóvenes sirios volvieran a Siria y tomasen un arma, la guerra en Siria ya habría terminado, y sí los millones de hombres y mujeres jóvenes volviera a sus países de origen y tomase las armas, esos gobiernos corruptos ya no existirían. Pero prefieren huir, y exigir en otros lugares lo que no son capaces de tomar por las armas en sus lugares de origen. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario