04632-96.CINE: El reino

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04649 (13.10.2018 - Todos lo saben)

     EL REINO es una película española, del año 2018, de 120 minutos de duración,  Dirigida por Rodrigo Sorogoyen, guión de  Isabel Peña y Rodrigo Sorogoyen, música  de Olivier Arson, fotografía  de Alex De Pablo, montaje de Alberto Del Campo, dirección de arte de Miguel Angel Rebollo, decorados de Ana Múñiz, vestuario de Paola Torres, estando protagonizada por: 

Antonio de la Torre como Manuel 

Monica Lopez como Inés

Nacho Fresneda como Paco

Ana Wagener como Ceballos

Josep María Pou como Frias

Bárbara Lennie como Amaia 

Luis Zahera como Cabrera

Francisco Reyes como Alvarado

y secundados por:

Maria De Nati como Nati

Paco Revilla como Fernando

Sonia Almarcha como Susana

David Lorente como Gallardo

Óscar de la Fuente como Pareja

     Cuenta la HISTORIA de un corrupto político y sus relaciones dentro del partido, así como con la clase empresarial, añadiendo algo de vida familiar, conteniendo como LEMA "los reyes caen, los reinos continúan", lo que da un aire de pesimismo y conformismo ante la Clase Política, en este caso, Española; dicho de otro modo, conforme Cómodo Centón, igual da, da lo mismo, una dictadura que una democracia.

     La cinta se plantea muy cercana al cine de Jolivú ("Hollywood" para los ilustrados), significándose el personaje principal como un anti-héroe corrupto. Constan en el film tres partes muy definidas, siendo la primera una exposición muy detallada de la buena vida del político entorno a una mesa con carabineros y un yate llamado Amadeus, la segunda parte se centra en el descubrimiento del hecho corrupto por la prensa, y terminando en una parte tan imaginativa como estúpida donde el personaje principal acrecienta su mejor cara, la más humana, como resultado de la traición del partido político y su agarre personal al ámbito familiar. El GUIÓN que nace bien, termina mal, comete varios errores a lo largo de la cinta, sobre todo en la parte persecutoria de la cinta, donde en cuestión de minutos se conforma una trama de asesinato/accidente, donde es del todo no creíble que tras el monstruoso accidente el personaje principal salga vivito y coleando, sin un rasguño de un coche boca abajo. 

       Ahora bien, la SECUENCIA FINAL es lo mejor del film ya que presenta un final aparente, la conversación entre el corrupto y la periodista en un plató de televisión dentro de un programa en directo, donde el corrupto insiste en la lectura de los nombres de una libreta, y la evidente negativa de la periodista a leer los nombres, junto a un final real que no se contempla. En dicha entrevista hay dos diálogos; el primero el del corrupto que recuerda a la periodista que ella tiene un jefe, y éste tiene otro jefe, y éste por encima tiene a otro jefe, por encima del cual están los tres dueños de la cadena, Liber-Tres, con alguno de los cuales el corrupto ha compartido mesa y mantel. La periodista enseña la libreta a la cámara, luego recibe una instrucción por el pinganillo, y desde ese momento pierde interés por enseñar la libreta a la cámara para su publicación, iniciando la periodista una serie de preguntas al corrupto que, evidentemente, no vienen al caso, ya que los nombres de la libreta hablan por si mismos, para de pronto terminar la película con un violento fundido a negro, lo que lleva a la inevitable pregunta... ¿por qué el interés de la periodista por publicar la libreta desaparece en cuanto lee algunos de los nombres de la libreta? 

     Contemplada la NARRATIVA de acuerdo a lo dicho en el párrafo anterior, dice Cómodo Centón que en la libreta aparecen los nombres de los tres dueños de la televisión Liber-Tres... lo que evidencia que en los Medios de Comunicación abundan los corruptos más allá de la clase política. 

    La DIRECCIÓN es buena porque se sostiene en buenos actores, y esto a pesar de un GUIÓN algo inconsistente, destacando la MÚSICA en su forma electrónica, con sonidos potentes y claros que recuerdan al ritmo cardíaco y que incide en el espectador de forma visual, haciendo que una historia de dos horas resulte tan interesante como pobre, nada pesada y corta en el tiempo.

    La DIRECCIÓN DE ARTE es inapreciable, los DECORADOS carecen de interés, aunque destaca la visualización del plano general del accidente, con una FOTOGRAFÍA que no merece ser considerada, aunque contiene un buen trabajo de luces y sombras bien definidas, LUCES laterales y blancas, con dos o tres fogonazos al inicio de la huida del corrupto al quedarse solo, compensadas con las luces ocres como principales, quedando en secundario un negro espacial, de los interiores en las casas particulares, que buscan dar cierta intimidad familiar normalmente en torno al televisor, con un acompañamiento depresivo de la hija y de la esposa del corrupto. Destacan los COLORES FRÍOS, azules, grises y negros, en la mayor parte del metraje, lo que da un distanciamiento del corrupto con el espectador, aunque minimizado con lo dicho sobre la composición musical.

     La CÁMARA es veloz, casi siempre en movimiento pero nunca portada al hombro del operador, iniciándose con un travelin horizontal de persecución siguiendo la espalda del corrupto a su paso por una cocina, que se repite en otras secuencias, un travelin circular por detrás de la cabeza de la periodista, en ambos casos descriptivos del entorno, alguna oblicua como la presentada en el aeropuerto, restando diversos planos de tres cuartos, medios planos, primeros planos, entre planos generales donde queda bien enlazado el ambiente y los personajes principales y secundarios, significándose factores dinámicos de luz y movimiento, presentando un RITMO que enlaza acelerados con largos y breves, entre rápidos y agitados, lo que lleva a un MONTAJE bien planificado que permite una visualización muy correcta de los acontecimientos, con hilados bien continuados.

      EL REINO no responde a una película que valga la pena ver más de una vez, es más un entretenimiento fácilmente comprensible por el gran público, que es sensible por el tema tratado, y que, por tanto, no presenta ninguna complicación visual ni de entendimiento, salvo en lo ya mencionado del final aparente y el final real.