04654 (17.10.2018 - En la Encantada)
04812 (18.12.2018 - Paisaje de Óscar Esplá)
04984 (21.02.2019 - Aire titánico)
Esbelta desde la lejanía, azulada,
coronada por mil puntiagudas
gemas, extendiendo a lo largo
su extenso, permanece hermosa
en el espacio y en el tiempo.
Hay que atacarla por detrás,
sin que espere tu llegada, con
el lento paso del caminar, con
la mirada prendida en su extensa
curvatura, entre sus verdes pinos.
A media altura deja correr tu vista
por el barranco del Curt, como se
larga hasta el paso de Bandoleros,
entre la sierra del Ferrer y el peñón
altivo y fiero de la bella Ovenga.
Y penetra en ella por esa senda
que sube alargada, de esas piedras
rojas y blancas cubierta, armónica,
proporcionada, donde una especie
de circo aletarga su gran belleza.
Respira, sigue la trocha despacio,
contempla sin prisas ese cielo
que parece estar más cerca, ese
vacío que cae suave hacia el centro
de la tierra, peña de Severino recia.
Inhala, expele, descansa, ya eres
parte de la roca, y recibe el calor
del sol amarilleando en el fiero
horizonte, iluminando su fina cara
pétrea, tú rostro de admirador...
Ahora ya estás en ella, sobre su
regazo, más blanca que azulada
la contemplas, y sientes la ardentía
luminosa de toda su existencia,
coronada por una tenue crestería.
Me han dado ganas de volver!!!
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