sábado, 7 de septiembre de 2019

05345-81.SUPREMACISMO FEMENINO: El pago de matriculas

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       Parte de la IZQUIERDA ESTÚPIDA ESPAÑOLA (PSOE) ha tenido la brillante idea de que las mujeres cursen gratuitamente el primer año universitario; ésto demuestra dos cosas, que en opinión de los socialistas las mujeres son idiotas a las que hay que ayudar, que el supremacismo femenino no tiene fin. 

     La MUJER es el elemento natural de la Persona, el HOMBRE es el elemento artificial de la Persona; dicho de otra manera, sí la Historia hubiese dependido de la Mujer, la Historia no existiría ya que la humanidad seguiría viviendo en las cavernas, de modo que sí la humanidad salió de las cavernas fue gracias a la voluntad del Hombre y con él nació la Historia. 

     El elemento Mujer, natural, femenino, universal, carece de voluntad para oponerse a la Naturaleza, de ahí la dificultad femenina para enfrentarse a "lo natural", superarlo y destruirlo. Por contra la capacidad destructora del Hombre implica el intento de vulneración de las leyes naturales, lo que solo es posible con ideas.

     Frente a lo dicho en el párrafo anterior, el SUPREMACISMO FEMENINO se caracteriza por su repugnante odio hacia si mismo, al considerar su inferioridad de pensamiento como una superioridad que ha de ser impuesta políticamente, con ayuda de HOMBRES FEMENINOS, a los HOMBRES DE VOLUNTAD. Dicho de otro modo, el Supremacismo Femenino hace uso de la Historia para acabar con la Historia e imponer a la Caverna como sistema socio/natural de uso y comportamiento. 

      Y es en este espacio de miseria cavernicola donde el pensamiento femenino busca ejecutar políticamente medidas y acciones antinaturales, como es primar al "coño" por encima del "pene", al considerar que el "coño" es inferior al "pene", ya que si entendiese el pensamiento femenino que ambos, "coño" y "pene", son iguales, no harían falta políticas de desigualdad por sexo, como es el hacer que una mujer no pague su matricula, ya que está necesitado su "coño" de ayuda, frente al hombre, cuyo "pene" se basta por sí mismo para pagar la matricula.

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