02444-326.ESPAÑA: 03.La Leche: 01.En dos años no han tenido tiempo...

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                            I: ANTECEDENTES COMODIANOS DEL AÑO 2013

      Hay que reconocer que LA LECHE no tiene desperdicio. Para Cómodo Centón "la leche" es un misterio inescrutable..., la pregunta es: ¿Qué "dios" ha bebido leche"?, que se sepa, ninguno. Sabemos, eso sí, como en otras culturas las "diosas" usan la leche no para beber, sino para bañarse, y sabemos, también, como es fácil de entender que el pezón de la hembra humana sea deleite sexual para el macho humano y liberación de fluido mental para la propia hembra humana (ver documento 01699 de 13.12.2013 de este índice)

     En la negociación de entrada a la Unión Europea, año 1986 y PSOE, se aceptó por ESPAÑA, todo con tal de ser europeos,  una CUOTA muy inferior respecto a la capacidad de producción y en cuanto a rendimientos.(ver documento 01699 de 13.12.2013 de este índice)

     Pero el año 2015 se acerca, y las cuotas deberán ser historia...., las consecuencias serán un desorden de los mercados en periodo de adaptación a la liberalización, lo que incidirá en el precio de la leche y, por lo tanto, podría dar por resultado una alteración de los puntos de producción o de deslocalización de las producciones, con una posible desaparición o reducción de las explotaciones más pequeñas en favor de las más intensivas y de mayor tamaño.(ver documento 01699 de 13.12.2013 de este índice)

                                          II: PUES.... HA LLEGADO EL AÑO 2015

    Mira tú que lo advirtieron... que en el año 2015 se acaban las cuotas; pues sí quieres arroz catalina, ha llegado, felizmente, el AÑO 2015 y mientras RAJOY EL CACHONDO aún se tiene que estudiar, no le ha dado tiempo, sí el modelo francés vale, y además se lo tiene que preguntar a Bruselas, y la Comisión de La Competencia tiene que responder, y mientras los GANADEROS están que trinan cuando los DISTRIBUIDORES pagan lo que les da la gana porque el mercado se ha liberalizado, y entre los de Bruselas, el Gobierno Cachondo de Rajoy, los progresistas del PSOE que aceptaron allá por 1990 aquello de las cuotas, y Francia y Alemania que tienen la leche más barata, y los ganaderos que se han columpiado durante los dos últimos años, pues todo sigue igual.

    En dos años no han tenido tiempo, ni Rajoy ni los ganaderos, de preparar un camino, de alcanzar una solución a un problema que estaba escrito llegaría, y ha llegado. La cuestión ahora es que el comprador quiere una leche barata, a bajo precio, y no entienden que la explotación ganadera presente números rojos; los ganaderos quieren cobrar un mínimo de 34 céntimos por litro, como en Francia, y que se aplique una protección de precio mínimo a tal precio, lo que ciertamente va contra el mercado de libre competencia, haz y deja hacer, pero que mantendría a las explotaciones e impediría un contra-ataque del distribuidor y las cadenas de venta mediante la compra a Alemania y a Francia.

    La solución de la Ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, es una mala solución política ya que a aprobación de avales para créditos a las explotaciones agrícolas no evita que el ganadero tenga que devolver el préstamo, que la creación de productoras de leche supra-autonómicas, lo único que hace es disminuir el valor de decisión del ganadero en favor de decisiones políticas, y que el adelanto de los Pagos de la Política Agraria Común (PAC) para el sector lácteo a partir del 16 de octubre, cuando se hacen efectivos los abonos desde la Unión Europea, solo reflejan que la comida de hoy es el hambre de mañana.

    Lo cierto es que la Leche a 27 céntimos y bajando permite que los VENDEDORES puedan aumentar sus ventas mientras los COMPRADORES se convierten en los asesinos de las explotaciones lecheras al aprovecharse del bajo coste. Lo cierto es que la retirada de leche del mercado comercial para transferirlo al mercado humanitario, además de ser una venta a bajo precio, no resuelve el problema del próximo año, y que las ayudas, en plan ONGs bondadosa, del Gobierno solo hace que trasladar el problema a los Presupuestos Generales del Estado, es decir, a todos los españoles que son los que terminaran pagando.

   La cuestión es que tras dos años de balancearse en el columpio, las partes, todos, están donde estaban hace dos años.