jueves, 11 de agosto de 2016

03069-134.ECONOMÍA: 02.Conceptos de Interés y Capital: Situación Siglo XXI

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                                                         I: ANTECEDENTES
                                  (ver documento 00611 de 23.062011 de este índice)


    El CAPITAL existe porque existen los INTERESES, de modo que, aunque parezca un sinsentido, los INTERESES son el padre del CAPITAL. Así, la idea de que hay que poner a trabajar al Capital es una simple falacia de la realidad, la cual es que el Capital se pone a trabajar si previamente hay intereses. Esto es, se pinte como se pinte, sin intereses no cabe capital. Sin embargo, Capital sin Intereses sí que existe, ya que no existiendo Intereses sí que cabe la existencia del Capital debajo del típico ladrillo.

    A la vista de lo anterior, cabe decir que una CRISIS es el pensamiento del Capital que cree que es anterior al Interés; dicho de otro modo, cuando un "hijo" cree ser el padre de su padre y actúa de tal modo, termina por descubrir que, en realidad, su padre era su padre, y que, en general, tenía más razón que un santo.

                                                             II: SIGLO XX

     Recuerda Cómodo Centón como cuando recogió su primer préstamo, el tipo de interés que pagaba era del 21%, y en la misma medida como tipos de interés al 10% o más eran habituales en la banca para remunerar los pasivos depositados en sus cajas, y de como, por lo mismo, había españoles, llamados RENTISTAS, que vivían de las rentas de capitales. 

    Pero... los tipos empezaron a caer, a caer y a caer, hasta el punto que VIVIR DE RENTAS dejó de ser una realidad, salvo que se dispusiese de ingentes cantidades de dinero, o bien que los capitales pudiesen acceder, en cuantías ingentes, a determinados negocios a muy corto plazo. 


                                                          III: SIGLO XXI

    Hoy, en el siglo XXI, la realidad es otra, y esa realidad implica que los PASIVOS pagan dinero a cambio de mera protección. Pero tales capitales protegidos tiene la característica que han de ser, necesariamente, dineros sobrantes, acumulados, que no son precisos para la vida diaria de su propietario. Tales DINEROS SOBRANTES crían polillas en cajas fuertes y sirven para denotar cierta solvencia, pero no aportan nada al MERCADO. Tal situación, con ser aparentemente nueva, contiene riesgos de futuros cuya impredicibilidad no consta en los libros de uso. 

   La SITUACIÓN es que los bancos tienen a buen recaudo sus pasivos, y que pagan por ellos, que esto mejora su solvencia pero que no genera riqueza. Mutar el pasivo en préstamos no es un negocio al tipo de interés que se impone, y el periodo de incremento de COMISIONES al cliente así como el RECORTE EN GASTOS tiene, como todo, su limite facturado. 

    Dicho de otro modo, el EXCESO DE RESERVAS no añade rentabilidad, y la compra de patrimonio, tanto de inmueble como de deuda, termina por aportar acumulación pasiva en un mundo donde el DINERO, para que críe dinero, tiene que moverse. 

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