sábado, 6 de enero de 2018

04090-27.NOTAS PARA UN IMPOSIBLE MANIFIESTO ANARQUISTA: 03.Primera Pre-Era: Del Círculo al Quicio

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04068 (21.12.2017 - 02.Primera Pre-Era: Del Círculo al Quicio)

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04097 (10.01.2018 - 04.Primera Pre-Era: Del Círculo al Quicio)


     Cuando se transforma el Círculo en Espiral, hablamos del  HOMBRE DE LA ESPIRAL. En este espacio y tiempo el Movimiento Aleatorio determina la existencia del azar como origen que da explicación a la ignorancia del hombre, de modo que en la Espiral, que resultara, se configuran con su totalidad tanto la unidad como lo plural. Las Espirales, toda Civilización se narra sobre una Espiral, figuran un hueco de incertidumbres; así, pueden tener su origen en lo divino, en la evolución del universo, en la constatación de un nacimiento, en la esencia primera de las cosas, de modo que son tantas las posibilidades de inicio de las Espirales que su perdida de memoria se nos presenta como la última potencia del Pensamiento. Esta pravedad, esto es, procurarse un origen cierto de la razón, decapita la verdad y obtiene una apostema que encarcela el Pensamiento. A la vista de lo mismo, lo precario de nuestro juicio nos induce a determinar que, en esto, la ignorancia domina, de modo tal que cualquier intento de estructurar el contenido de las Espirales es mera nesciencia. Lo que tenemos por cierto, y a eso vamos, es que el Individuo yace en el espacio y tiempo de las Espirales, donde observa, en primer lugar, la existencia de otros individuos, otras espirales, para decantarse como parte de un grupo que, en su desarrollo, se revela como Pueblo. Y es en este instante de comprensión de la existencia de otras espirales que la Espiral consta como única, permitiendo que la dispersa andanada de espirales, conformada como Individuo primero y Pueblo después, se estructure en una sola y en Cauces. 

       Lo que está en este punto aconteciendo es la decantación del Núcleo en el Núcleo Central. 

     Una sola Espiral de varios Cauces propicia la reunión de hombres en grupos más o menos amplios, formándose de tal modo pueblos diversos, basados en diferentes características. Sin embargo, en los inicios en los que nos encontramos no podemos considerar la existencia, en sentido estricto, de Pueblo. Esa reunión es una Sustancia de Hombres o CONGLOMERADO como un conjunto de núcleos centrales que carecen de Movimiento Aleatorio, unificados por una determinada expresión del recuerdo de voluntad del hombre. Implica que cuando se pierde la Voluntad, queda el Hombre al albur del AZAR, que viene fijado por dos componentes. La existencia de la Espiral distribuye a los hombres entre los diversos cauces que la componen, lo que acontece por pura eventualidad posicional; de igual modo sucede por contingencia en el ámbito del grupo. Es así como la circulación no controlada ó Movimiento Aleatorio queda sujeta en primer lugar por el Azar y a continuación por la Posición. Nos hallamos ante el MOVIMIENTO CONTROLADO ó ejercicio de dirigir al Conglomerado; consta, pues, la existencia de una relación entre Hombre y Sustancia de Hombres que se ejecuta a través de los Núcleos Periféricos. Ciertamente ya no cabe el Hombre en su Núcleo como Pensamiento, sino un interminable Pensar para escapar; la cuestión, acumulados los siglos, es de qué y para qué.   

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