domingo, 28 de enero de 2018

04132-90.CINE: Tres vallas publicitarias fuera de Ebbing, Missouri

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     TRES VALLAS PUBLICITARIAS FUERA DE EBBING, MISSOURI es una película de 2017, de 112 minutos, inglesa y Usa, drama, dirección/guión de Martin McDonagh, música deCarter Burwell, fotografía de Ben Davis, protagonizada por Frances McDormand,  Woody Harrelson,  Sam Rockwell. Cuenta la HISTORIA de una mujer de 50 años, que parece tener 75 años, que embebida por la impaciencia y su mala leche de amargura eterna, decide transformarse en una terrorista, imponiendo su ley y moral ante un departamento de policía que es la culpable de todo cuanto acontece en el pueblo de Ebbing

   TRES VALLAS PUBLICITARIAS FUERA DE EBBING, MISSOURI es una mala película que contiene la maldad en su propio contenido; Dios (Frances McDormand o la madre), Satanas ( Sam Rockwell o el policía más malo que la quina) y el Espíritu Santo (Woody Harrelson o el Jefe en su particular limbo). Así que con esta trinidad todo vale, todo es posible, hasta la amistad que afirma que el fin justifica los medios; la Madre/Dios en busca de la venganza, El Policía/Satanás en busca de la redención, y el Jefe/Consentidor incapaz de poner orden en un pueblo donde hagas lo que hagas está el Juez-Ausente. Que tiras a uno por la ventana, no pasa nada, que quemas una comisaria, no pasa nada, que le pegas una patada a un joven y a una joven a la puerta del instituto, no pasa nada, que llamas puta a tu hija, no pasa nada, que tu hija te llama puta, no pasa nada, que le tiras arroz mojado a la cara de tu hijo, no pasa nada, que maltratas a un enano, no pasa nada... porque, y claro, lo tuyo o la venganza para encontrar al violador de tu hija, a la que maltratabas, es el fin que justifica todas las acciones posibles e imposibles antes descritas; eso si... meterse con los negros, no vale.

    Los DIÁLOGOS bastante pretenciosos, una mezcla de "jey vaquero Jonh Wayne" e intelectualidad pueblerina. El GUIÓN es delirante, un producto resultante de una enfermedad mental donde todo cabe, una sucesión de secuencias estúpidas y sin fundamento alguno, que solo persigue abundar en el odio, en la agresión y en la bajeza de los pensamientos y acciones humanas, negros y policías, en el territorio de Misuri (Missouri para los ilustrados), hasta lograr justificar la unión de la Madre/Dios con el Policía/Satanás; el resultado, una DIRECCIÓN mediocre, y un MONTAJE que teje secuencias y se olvida de los planos, con una CÁMARA llena de primeros planos y de grandes primeros planos, normalmente descentrados en pantalla, que no aportan ni representatividad ni vida interior alguna en los personajes, con angulaciones horizontales, alguna oblicua y, tal vez, picados y contrapicados, sin olvidar las sosas panorámicas del pueblo y de las montañas. Es decir, una memez aburrida y soñolienta que se une a un RITMO sin regla y dentro de una FOTOGRAFÍA sin gracia alguna.

     La ACTORES ni fu ni fa; muy planos, especialmente Frances McDormand o la madre, a la que se le dice que no sonríe nunca para terminar sonriendo en el último plano, desvariada la actuación de  Sam Rockwell o el policía más malo que la quina que como el ladrón malo de la cruz parece ganarse el cielo con su pegote de cara quemada o EFECTOS ESPECIALES entre tristes y exagerados, algo mejor, lo único que se salva de esta película, Woody Harrelson o el Jefe de Policía. 

    Lo mejor de esta película, Tres vallas publicitarias fuera de Ebbing, es.... no verla.

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