04559-47.NOTAS PARA UN IMPOSIBLE MANIFIESTO ANARQUISTA: 05.Tercera Pre.Era: Del Origen al destino del Estado: De la Naturaleza

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04489 (01.07.2018 - 04.Tercera Pre.Era: Del Origen al destino del Estado

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04572 (08.09.2018 - 06.Tercera Pre.Era: Del Origen al destino del Estado

                                       De la Obligación)

        El elemento es el natural. La Espiral dijimos es un espacio físico que requiere de un tiempo para que se comporte como vida del Hombre, donde el mismo nace y muere, pasa y existe mientras soporta enfermedades. Es esa parte espacial y temporal la que sirve de soporte al concepto de vida que conocemos como NATURALEZA, la cual significamos, en sentido estricto, como la parte no espiritual del Hombre, es decir, la que se produce por su sola y propia fuerza, en el orden y concierto de todas las cosas, conforme a un principio, progreso y fin, en virtud de una esencia y propiedad característica, dentro de un conjunto y disposición en lo que conocemos como universo. Para la comprensión de lo dicho, decimos que es la fuerza o actividad de la fuerza contrapuesta a lo sobrenatural. De este modo constatamos en la Naturaleza tres reinos, a los que denominados como animal, vegetal y mineral, de modo que el concepto de natural se nos presenta como lo contra artificio, sin mezcla ni composición, es decir, antihistórico. Este espacio natural es el primero que conoce el Hombre en el Cado, descubriendo los límites del artificio cuando surge lo histórico más allá del hecho natural de tentar las paredes del Cado. Ahora bien, en el ámbito natural surte la primera división real del Hombre, que viene propiciada por la Naturaleza, en el sentido de partir entre el Hombre propiamente dicho o Voluntad y el Hombre Naturaleza. La existencia, tal como la conocemos, nos presenta a un hombre y a una mujer como animales portadores de esperma y óvulo. Ambos, en mezcolanza y en un recipiente, que a su vez, porta la hembra, reproducen Naturaleza y se someten a su dictado. Aparentemente, ambos, admiten tal destino y, aparentemente, siguen el dictado: mera reproducción natural; lo que acontece en la Espiral. Más, este seguidismo, con serlo, se interrumpe en este suceso que acontece en el proceso del Hato, el cual, como se dijo, es el resultado de un esfuerzo de la Autoridad del Iluminado. Dentro del carácter natural que estamos contemplando, destaca por una parte la conciencia del Hombre de estar atado, y, por otra parte, la conciencia de la existencia de lo ajeno. Fijarse en el Hato significa dos descripciones. El Hombre se somete y, para anular este sometimiento en el Hato, somete. Ha sido reconducido en su movimiento aleatorio, ha perdido la capacidad de moverse y se ha fijado. Esta descripción implica una compensación, toma de la existencia de lo ajeno su poder, lo que realiza siguiendo la orden del Iluminado, es decir, ejerce violencia, y lo hace siguiendo el camino del esperma, toma el óvulo y lo reduce a su fuerza. El resultado es una compensación de la balanza. De tal modo es como Hato es Sociedad, como de una reunión de individuos propiciada por los Avanzados y de su transformación en un sometimiento interno, obtenemos una sociedad humana perfectamente dispuesta a reconocer la existencia de la Primera Idea o Estado. Aceptar es obligarse.