martes, 25 de septiembre de 2018

04608-255.CATALUÑA: 05.Barcelona: 01.Manuel Valls llega a Barcelona

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04018 (20.11.2017 - 04.Barcelona y la Agencia Europea del Medicamento)

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      MANUEL VALLS ha desembarcado en Barcelona tras el desastre político del Partido Socialista Francés, su corrimiento al "centro" siguiendo a Macron, y su deriva al "centro/derecha" posterior. 

     Lo descrito en el párrafo anterior implica que ocupa un espacio entre el Partido Popular y el Partido Ciudadanos, buscando imponer una "vida política" sostenida por sus abundantes responsabilidades políticas en Francia. 

    VALLS carece de partido político, de ahí que siga la estela del concepto de las AGRUPACIONES POPULARES proponiendo una plataforma ciudadana transversal, que ya ejerció en su día Rosa Diez con UPyD, para ejercer su política, abarcando en la línea del espectro político a las Clases Medias de Centro de la Sociedad, desde un centro/izquierda a un centro/derecha, siguiendo la vía de Manuela Carmena en Madrid y de Ada Colau en Barcelona pero enfrentado a ambas, ya que éstas se centran más en una izquierda social. Su mayor ENEMIGO en el espectro político viene de la llamada "burguesía catalana", prácticamente desaparecida, y adscrita actualmente a los "lazos amarillos" de Puigdemont, así como de la derecha catalana del Partido Popular. Su mayor AMIGO es el Partido Ciudadanos que, de facto, ya ocupa el espacio político al que aspira Valls.

    En cierto sentido de lo que se trata es de SOLAPAR la presencia del Partido Ciudadanos bajo la Agrupación Ciudadana, de modo que se pueden dar una de dos vías; un enfrentamiento entre ambas formaciones que les lleven a presentarse por separado, lo que recuerda a Unión, Progreso y Democracia de Rosa Diez, y donde uno de los dos ha de ser vencido y desparecido, como le sucedió a Rosa Diez, pero por otra parte puede darse un acuerdo entre ambos y donde el Partido Ciudadanos quedaría en Cataluña reducido a una presencia testimonial como le ocurre al Partido Izquierda Unida con el Partido Podemos en el ámbito de España.

     Por otra parte se declara "de izquierdas", lo que evidencia un intento de atraer a los españoles/catalanes y, tal vez, a los socialistas catalanes desencantados con la vía del Partido Socialista Catalán.

     Ahora, dice Cómodo Centón, queda por ver sí este batiburrillo de VALLS de ser, en realidad, una mezcla de IZQUIERDA/LIBERAL semejante a Macron en Francia, con las contradicciones que conlleva,  es entendida por la desasistida sociedad catalana.

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