07403-295.POLÍTICA: 19.¿Quién manda en el mundo?: 02.Guerra y Ejército

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        En el texto ¿quién manda en el mundo? de Cómodo Centón se puede leer que una guerra no se anuncia, se hace; el planteamiento de GILA preguntando al enemigo a qué hora pensaba disparar es, en sí mismo, un disparate. Más es lo cierto que la actividad política en el siglo XXI es lo propio de cobardes o perros ladradores, ¡a que te pego!, dicen, y repiten, mientras desaparecen por el foro, por si acaso llega la guerra, entre tanto son los que se quedan los que han de soportarla. 

       Toda guerra es innecesaria e injusta, pero como es ejercida ha de ser justificada y, por lo mismo, declarada justa. Cuando la vida/existencia ha de ser defendida o se ejecuta en legítima defensa, la guerra es justa si se logra la victoria, pero si se alcanza la derrota se vuelve la guerra injusta, y se entiende innecesaria, por los muchos padecimientos que trae la derrota a los que quedan vivos, de ahí que cuando es posible una derrota, es mejor no iniciar la guerra, aunque sea justa. A su vez, para que una guerra sea justa ha de poseer un título justo, es decir, ha de ser proclama por quien puede proclamarla y además hay que positivarla como victoria

        Dice Cómodo Centón en Las Notas para un Imposible Manifiesto Anarquista que la GUERRA es la defensa de la Verdad Única. Nace como un ejercicio de habilidades personales; posicionamiento del Hombre en la Espiral, acogimiento y sometimiento de la Hembra y su descendencia, gobierno del Redil, alianzas con otros Rediles, formación de Pueblo. Termina siendo un ejercicio de adquisición violenta, tanto de las propiedades materiales como de las humanas; es decir, transformación de la Topía en Verdad Única. La Guerra es, como Convicción Personal, hija natural de aquel Mandato de reagrupamiento ordenado por el Iluminado, y constituye la forma más preclara de sostener la Soberanía; se adorna de Núcleos Periféricos determinados, posee un carácter nacionalista y está dirigida por la Vanguardia de la Verdad, es decir, por el Cauce Central de la Espiral. A la Guerra como supervivencia se une la Guerra como lucha y, finalmente, la Guerra como objetivo en sí mismo. La Guerra cursa razones, acusa convicciones, y deja de existir como Poder. Nos encontramos, pues y de forma definitiva, ante el hombre que ya no es el Algo y la Cosa sino la terminación del Estado. La Guerra, siendo como es la declaración de un espectro histórico, precisa para su desarrollo de un instrumento; ese brazo de ejecución es la Cofuerza Externa.

      El modo de designar a la guerra ha sufrido unas variantes definidas en diferentes momentos históricos. En las sociedades anteriores al siglo XXI, el concepto era MINISTERIO DE LA GUERRA, lo cual era así porque la guerra era parte integrante de aquellas sociedades, de forma, y en términos generales, que toda “generación” tenía su propia guerra. Además, se daban guerras que podían unificar a dos o más generaciones de personas, ya que las guerras no terminaban, sino que descansaban para continuar posteriormente; en esto encontramos la guerra como parte integrante de la vida.