miércoles, 8 de marzo de 2023

07413-298.POLÍTICA: 21.¿Quién manda en el mundo?: 04.Guerra y Ejército

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         En el texto ¿quién manda en el mundo? de Cómodo Centón se puede leer que:   

     Las guerras en el siglo XXI son guerras paranoicas/enquistadas, las cuales derivan en guerras olvidadas. Una GUERRA PARANOICA/ENQUISTADA/OLVIDADA es paranoica cuando sus actores intercambian alianzas sucesivas y contrarias entre sí, es enquistada cuando la derrota y la victoria se muestran imposibles, es olvidada cuando a terceros deja de interesar al mostrarse como una guerra aburrida. El ser humano admite, sin reparo alguno interno, la diversión de la guerra ajena, pero sin hacer expresa declaración de dicha falta de reparo, más no la propia al considerarla catastrófica en cuanto que es personal, y en el siglo XXI las guerras lo son si son una distracción recibida a través de los medios de comunicación, de ahí que, pasado un tiempo más o menos adecuado, el asueto de contemplar una guerra ajena muta en aburrimiento y, posteriormente, en su olvido.

        Conforme a esto, la guerra olvidada por aburrida es aquella que deja de tener valor, por el motivo que sea, para la metrópoli, y que ya no cumple con las expectativas de origen para beneficio de la metrópoli, lo que implica que las partes coloniales que intervienen han declinado su actuación en un empate técnico que les impide a una vencer a la otra. A partir de tal momento las metrópolis reducen su actuación a un mero mercantilismo de venta de material bélico, lo que aumenta el índice de pobreza de la colonia y la mayor dependencia de la metrópoli en diferentes y variados aspectos. 

        La primera consecuencia de tal aburrimiento es el interés por los derechos humanos. Pero, y a su vez, un cambio conceptual de guerra y defensa. 

         En este siglo XXI los ministerios de la guerra son ministerios de defensa, he aquí la hipocresía, es decir, ha dejado de entenderse el arte de la guerra como un arte asesino de destrucción para ser entendido como un arte defensivo de destrucción. Significa esto que es culpable quién mata porque ataca, y es inocente quien mata porque se defiende; toda guerra consume y fatiga, agota riqueza y crea miseria, y de la misma emergen nuevos ricos cuyo interés es perpetuarse como ricos. Abunda en esto, ciertamente, ya lo hemos visto, no es algo nuevo, pero el concepto de guerra cambia en el siglo XXI; los antiguos héroes, reducidos a guerreros y, posteriormente, a soldados, si bien persisten en el siglo XXI, han sido ampliamente superados por una masa de población negacionista de la guerra; ¿quién quiere ir a la guerra?

      En general podemos decir que los NEGACIONISTAS DE LA GUERRA son aquellos seudo/patriotas que huyen de la guerra afirmando las barbaridades de la guerra, y que una vez a salvo, declaman ínfulas patrióticas a los que se han quedado a hacer uso de la guerra. Dicho de otra manera, en una nación/estado pre/democrática es fácil acudir a una manifestación contra la guerra, mientras que en una nación/estado dictadura es más fácil esconderse. 

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