DOCUMENTO ANTERIOR
07388 (27.02.2023 - 05.Elecciones 2023
01.Moción de Censura
Tamames y Abascal
¡Sin duda, los milagros existen!)
DOCUMENTO POSTERIOR
07437 (22.03.2023 - 07.Elecciones 2023
03.Moción de Censura
03.Tamames y Abascal)
El discurso de la Moción de Censura de Ramón Tamames ante el Congreso de Diputados ha sido, esencialmente, académico; ha sido una lección democrática de cuanto fue bien hecho durante la Transición de 1978 y una lección de cuantas maldades se han ejecutado a partir de 1979, tanto por los dos grandes partidos como por los partidos enanitos. Sin embargo, dicha lección ha sido ignorada por la Cámara de Diputados.
No ha sido un discurso político ni ha contenido programa político alguno, no ha expresado odio ni en su contenido ha habido insulto alguno, de forma que ha sido, tal vez, la última manifestación en defensa de la Constitución de 1978, la norma jurídica más grande de la Historia de España.
La corrupción como eje principal tanto del Partido Popular como del Partido Socialistas, sin olvidar a otros tantos partidos políticos, esa cárcel, en la que ambos partidos, Socialista y Popular, están encarcelados en la llamada Ley Electoral, que ha sobrevalorado a paranoicos catalanes y asesinos vascos, esa infinita sucesión de decretos gubernamentales que ha sido, y es, la forma de gobierno de ambos partidos, ese vicio de acabar con las leyes de los otros, ese odio de no hablar para no ceder, esa supremacía de uno sobre otro, esa profesionalización de la vida política donde las poltronas están por encima de las necesidades de los españoles, ese no tener "abuela" y, por lo mismo, esa exaltación de los logros propios y la carencia de la crítica propia.
Frente a los dos párrafos anteriores, el Gobierno de la Poltrona (socialistas y podemas), un gobierno entre la izquierda y la extrema/izquierda, ha esgrimido toda la grandeza de los datos positivos que abundan en las bondades de su actividad, el contubernio entre la derecha y la extrema/derecha como eje de la maldad, a lo que se han sumado las supremacistas feministas, sin olvidar a toda la caterva de diputados representantes de cuatro gatos y medio merced a la impresentable Ley Electoral, pues la Constitución de 1978 les permite ser lo que son, nada, pero, que mandar, mandan y en su mandar reclaman, qué hay de lo mío, ante los pantalones/faldas bajados de los ministros. Por otra parte, el Partido Popular ha hecho, simplemente, un destacado mutis por el foro.
Que la MOCIÓN DE CENSURA del Partido Vox es, en sentido amplio, una estupidez, no cabe duda que dude.
Ahora, quedan las ELECCIONES.
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