jueves, 8 de julio de 2010

00207-4.ADELFO RABANERA

AL ALBA HE ABIERTO LOS OJOS es uno de ellos, escrito en prosa que desaprovecha el folio. Podría parecer que en poesía es un ignorante, lo que es cierto si la entendemos como el arte de decir nada. Ciertamente cuando una personas siente puede expresar ese sentir con gesticulaciones, miradas, llantos, odios y amores. Diriase que cuanto más desgarro más sentimiento, que cuanto menos raciocinio más humanidad. No obstante y al cabo es que la realidad de la expresión tiene su origen en la razón, pues con el razonar expresamos lo que sentimos, aunque ese razonar no exprese razones sino sentimientos que por propia expresión niegan el origen de razón. Un poeta, a lo dicho, diría "palabras", pero expresaría con palabras el contenido de su sentimiento o bien traduciría con gestos su incapacidad para expresar con palabras lo que su razón trata de explicar en cuanto a lo que siente. El poeta se hace preguntas, empleo de la razón, sin dar respuestas, empleo del sentimiento. Para Cómodo el arte por el arte es un despropósito, de modo que todo arte ha de contar una historia, debe de reflejarse en un contenido y ser la expresión de la razón frente al empleo del sentimiento. La banalidad se esconde en la inexpresión de la razón; de modo que atendiendo a éste encumbramiento de la ignorancia, el arte deviene en un campo de ociosas repeticiones. Para Centón la rima es la técnica de la profesionalización, determinando como el texto de contenido, para ser literatura, ha de verse arropado por una banda musical que sustituya la quebrada de la forma por la suave ondulación del contenido. La historia, sin embargo, es un mero instrumento al servicio de la invención; he aquí la dificultad del escribir y la esencia del escritor. La linealidad no existe; ninguna historia es un continuo de hechos extraordinarios ya que, de vez en cuando, el actor principal ha de ir a evacuar a la letrina. La poesía, en estado puro, es una trama de mentiras, donde los recuerdos, las necesidades y las carencias no encuentran obstáculos para su manifestación. A nivel personal es la inquietud lo que define la sin poesía de Cómodo Centón; el Héroe de Herpetol quiere mostrarnos su sensibilidad, pero es un intento fallido, ya que quien posee una virtud dificílmente puede materializarla. A decir de algunos esto sería la existencia misma de la ausencia de algo que se pretende tener. Ahora bien, ¿quiere esto decir que quién no sabe expresar algo es porque carece de ese algo?. La sensibilidad es tan personal que no sabe expresarse; al decir de Cómodo Centón se halla atravesada en el interior de una espelunca. Quiero recordar aquí la escenificación de todo hombre en el interior de su particular aljibe. Por contraposición de esta inevitable sospecha quedan las palabras y frases que, pretendiendo ser objetivas, inducen al puro raciocinio.

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