jueves, 8 de julio de 2010

00208-15.SOY EL DESCANSO DE MI MISMO

Ver documento 00199
Más... ¿cómo es entonces posible?; si el Eterno no admite el cambio y hay una Materia Primaria que no cambia, ¿qué la materia se altere para dar otra cosa?. El problema del cambio surge en la misma mente del Hombre que había determinado que el cambio no existe. Ciertamente, si todo es eterno, nada puede llegar a ser; de este modo la idea se refuerza en el sentido de que todo lo que hay siempre ha existido, de que todo cuanto vemos es un mundo eterno que ha surgido de lo Eterno, por lo que ningún cambio verdadero es posible. Lo Eterno, sin principio ni fin, está donde está, y hay que buscarlo; él muestra al Hombre el camino de la verdad, solo que los hombres prefieren, porque el camino es más fácil, tomar el camino de la APARIENCIA conocida como Opinión. Y ese camino de la verdad es la RAZON, ya que con la razón nada cambia, y ella es la fuente de todo conocimiento ya que el ser es ajeno a todo cambio, de modo que lo mismo es ser que pensar, ya que no pudiendo pensar lo que no es, es cierto pensar que el pensamiento es lo Eterno. Por el contrario si el Hombre se deja llevar por los sentidos, lo que ven los hombres son el mudar aparente de las cosas, de tal manera que las cosas son y dejan de ser, es decir, no son, de forma que él no puede ser pensado. Ciertamente los sentidos nos dan una ilusión de lo que puede llegar a ser, cuando lo Eterno determina que todo está hecho, con lo cual el cambio respondería a conocimiento erróneo de la realidad. Dos contrasentidos tropiezan frontalmente en la Evolución de las Ideas; las leyes de la realidad y la permanencia de lo Eterno. No obstante se trata de interrelacionar ambas por medio de la razón, entendiendo que es necesaria una norma que relacione entre sí los fenómenos naturales y una que establezca la unión del Hombre con el Eterno. La razón sirve a este propósito, ya que tanto la LEY NATURAL como la LEY DIVINA son emanaciones directas del Eterno y solo son comprensibles con el saber. Pero el ejercicio de los hombres sobre la Naturaleza y bajo el Eterno requiere de una norma material a la que ha de llamarse LEY POSITIVA. La confirmación de esta Idea aglutinadora del concepto de Ley prende al Hombre en un sistema de pensamiento que le ha de alejar, posiblemente para siempre, de sí mismo.

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