miércoles, 28 de julio de 2010

00228-06. ADELFO RABANERA

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Una obra de teatro LA GURULLADA Y EL CAMARANCHON nos sitúa en la evidencia de que Cómodo Centón no es un escritor; el público asiste al teatro con el ánimo del entretenimiento, de tal manera que el pensar es algo que no consta en la cantidad del billete, pero esto sería una mala excusa para un devastador como Cómodo Centón; lo cierto es que el Héroe de Herpetol escribió sabiendo que nadie lo iba a leer en su vida, lo que da cierta ventaja sobre el lector, ya que el autor se libra de la innecesaria e inútil crítica de aquel que, no sabiendo escribir, posee la técnica de la escritura. Deshecho de su padre, el personaje opina sobre su deudo sin que puedan sus opiniones ser rebatidas, lo que acrecienta las razones de su pensamiento. Semenjante suceso lo vemos en APIOLAR. Aquí subyace una intencionalidad de recreo; el texto se escribe para terceros, más aflora pronto la predominante aptitud de Cómodo Centón. Así es como la presencia de lo que va más allá de la historia que se cuenta toma cuerpo, y si bien escenifica la expresión formal de un pensamiento, en realidad busca convencer al lector de que algo se puede hacer con independencia de que se haga. Nos hallamos ante el logro de lo imposible; semejante proceso puede ser externo, cuando la historia recoge el acontecimiento, o bien interno, cuando la espelunca se llena de luz. Tal es lo que le sucede al protagonista de "Apiolar", solo que toda pretensión se mueve entre la decencia y la indecencia de lo que hacemos y pensamos. La justificación de los actos se mueve entre los indices de una vara de medir, que siempre es doble. Hay unos indicadores evidentes y otros ciertos, y entreambos la narrativa concluye en un sin fin ajeno a toda realidad. Así, las partes y los capitulos sirven para estancar el cuento de la irrealidad. Ciertamente causa dificultad al escritor entablar un continuo de la narrativa, ya que la capacidad innata para excederse de la narración es una virtud apenas inexistente. Se suple por parte de Cómodo Centón por un proceso de palabras y frases inconexas entre sí y en relación con el plan general de la obra, que para poder celebrarse como único precisa de su inexistencia. El delito cometido en "Apiolar" no importa, ya que el punto de partida es la falsa relación entre el bien y el mal. Como seres humanos por los que nos reconocemos solo somos el resultado de un caos, cuyo origen desconocemos. Así pues, y siguiendo con la esencia misma de "Apiolar", nos reprochamos la maldad de la que somos capaces y la entendemos como un proceso destructivo, mientras admiramos y comprendemos el destructivo proceso de las estrellas. También Cómodo Centón nos traslada, aunque solo sea por una vez y expresado en un doble texto, a unos conceptos históricos y, por lo mismo, más objetivos y menos personales. CONTRIBUCION A LA CRONICA CONTESTANA relata los acontecimientos de una rebelión militar, contada día a día y sobre la base de datos; el suceso golpista adquiere dramatización cuando Cómodo Centónlo traslada a teatro y con el título de LOS MARTIRES DE LA LIBERTAD. Podemos considerar estos como los textos no personales del Héroe de Herpetol. El movimiento lo es liberal y, por lo tanto, de derechas. Podemos aprovechar aquí para tratar de conocer el pensamiento político del señor Centón. La existencia del Estado evidencia la incapacidad del Hombre para gobernarse así mismo. Bien, en Cómodo Centón hallamos un cerebro anarquista, un cuerpo burgués y una actitud individualista; estos tres puntos especiales determinan la posición temporal. Cómodo la varía a su gusto y la transgrede cuando lo considera necesario, oportuno o, simplemente, interesante. Los tres puntos espaciales y el temporal se reúnen en un determinante antinaturaleza. Si analizamos las palabras y las frases contenidas en sus textos, encontraremos como puede estar un determinado párrafo construido y sujeto a una palabra, cuya aparición refleja más una oportunidad de manipulación verbal que una realidad cierta. El objetivo es presionar un espeque que permita mover un pensamiento; dicho de otro modo, dame una palanca y moveré el mundo. Sin embargo, al Héroe de Herpetol el mundo le tiene sin cuidado; sabe que la tierra es parte de un universo asesino, que se devora así mismo, obteniendo de tal modo el alimento. Al Universo solo le interesa el universo.

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