martes, 8 de marzo de 2011

00487-09.FIESTAS. 03.Día de la Mujer

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El ESTÚPIDO DÍA DE LA MUJER ya está aquí; como si de una sinfonía de piano, tal vez de violín, o de cualquier otro instrumento musical se tratase, acompañado de una orquesta de enfermos se tratase, el "estúpido día de la mujer" ya está aquí.

La suerte que solo es un día, lo soportable es que los "enfermos de estupidez" solo se quedan un día, y luego se van a dormir el sueño de los justos.

Dice Cómodo Centón que cuando él gobierne el mundo, ¡tranquilos, no sucederá!, del siete de marzo se pasará al nueve de marzo, por arte, esperemos que colabore, del sirio Abradacabra, de modo que el OCHO DE MARZO SOLO QUEDE EN UNA PESADILLA.

Ya lo dijimos en en documento 00483 de este índice: radios, periódicos y televisiones, con gran inciso profesional, nos han preguntado, después de explicarnos que la mujer cobra menos que el hombre por hacer el mismo trabajo, ¿SOMOS IGUALES?

Cómodo Centón ha visto a lo largo del día de hoy hasta cuatro telediarios en distintas televisiones donde ha contado hasta veinticinco mujeres y solo dos hombres trabajando, y ha dicho "no somos iguales". Luego ha estado está mañana en el BANCO donde trabajaban tres mujeres y un hombre, y ha dicho "no somos iguales". Después ha entrado en una oficina donde trabajaban tres mujeres y ningún hombre, y ha dicho "no somos iguales". Más tarde ha entrado en una tienda donde atendían cinco mujeres y ningún hombre, y ha dicho "no somos iguales". Y pensando en RODRÍGUEZ EL MENTIROSO y en PAJIN DE LAS PAJAS, ha entrado en un bar, donde servían tres mujeres en la barra y en la cocina había una mujer, pero no trabajaba ningún hombre, y ha dicho "no somos iguales". Pero entonces ha sucedido el MILAGRO, en la calle había abierta una zanja y en el hondo de la misma cinco hombres y ninguna mujer, y Cómodo Centon ha dicho "no somos iguales".

La pregunta es si en ESPAÑA las mujeres cobran menos que los hombres por hacer el mismo trabajo, ¿QUÉ EMPRESAS SON?

Espera Cómodo Centón tener la respuesta antes del ocho de marzo del año dos mil doce; comienza a correr el tiempo.

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