lunes, 30 de marzo de 2015

02228-38.VIAJERO MADURO: 01.Valle de Ceta o Vallseta (Alicante)

DOCUMENTO ANTERIOR: 
02212 (16.03.2015 - 01.Benifato: Partagás y Chorrets)

DOCUMENTO POSTERIOR:
02232 (31.03.2015)
02255 (15.04.2015)


     El VALLE DE CETA o del ZETA o VALLSETA, según con el "pensar" con que se mire, se situa en la zona montañosa de la provincia de Alicante, entre las sierras de  La Almudaina (norte), La Serrella (sur), Alfaro (este) y el Valle del Travadell (oeste), entre las carreteras CV-720 al norte y la CV-754 al sur, con una superficie aproximada de 16 kilómetros cuadrados y unos ocho kilómetros de largo por dos kilómetros de ancho, estando cruzado de este a oeste por el río Ceta. Los pueblos que lo conforman son Gorga, Cuatretondeta, Facheca, Famorca, Tollos, Benimasot y Balones

     Desde Alicante tomamos la A-77 camino de Alcoy, para salirnos dirección Benilloba por la CV-.70, para tomar la CV-710 a Gorga, camino en el cual podremos contemplar liebres y cruzaremos el río Ceta a la altura de una antigua fábrica, donde existe una fuente. Parte importante de este trazado se hace siguiendo la Sierra de la Serreta, entre abundantes pinos.

    GORGA significa "remolino de agua". Cavanilles (1775) dice que vivieron aquí unas gallinas de doble tamaño que las corrientes, de cuello y patas muy largas, dos cuernos en lugar de cresta, y que ponían huevos tan grandes como ellas mismas. Es la entrada de dos valles, el de Travadell y de Ceta. De origen musulmán, fue tomada por Jaime I de Aragón, recibiendo el título de villa, pasando en 1248 a Doménec Pérez, en 1235 pasó a manos de Roger de Lauria como señorío independiente de Alcoy. Perteneció al Marqués de Guadalest y posteriormente al Marqués de Ariza. Almendros, olivos, frutas (melocotón y ciruela) y ganadería conforman su economía. La tierra es barrancosa y arcillosa. Destaca su iglesia de 1742, que contiene diferentes tesoros; que no pudimos ver por estar debidamente cerrada su puerta.

    Tras el paseo tomamos la CV-754 a Cuatretondeta, y apenas salimos del pueblo, tras una curva ascendente, tomamos a la derecha un camino carretero que sale hacia el sur y toma dirección hacia abajo durante unos 400 metros, hacia el RÍO CETA, cuya agua cruza la carretera. El paraje lo domina una curva del río, se oye el silencio, paseamos durante unos minutos y respiramos el aire que levemente corre. Decidimos cruzar el cauce, de unos seis metros de ancho, con el coche, y una doble curva de seguido, pina ascendente, en apenas unos metros nos eleva a unos cincuenta metros sobre el cauce. Sigue el camino, durante unos dos kilómetros, entre bancales por el Pla de Realeres, quedando a la derecha las Lomas de Las Cremaes, hasta que alcanzamos la pista de firme ligero y de 4 metros que une a Cuatretondeta con Benasau, y tomamos dirección hacía la primera en un ligero descenso de 100 metros de altitud durante unos tres kilómetros, pasando por el Alto de Retors, hasta conectar con la CV-754 en su Km.4, lo que conduce hasta Cuatretondeta, encontrándonos en el KM.4,5 la FUENTE DE LOS DOS CHORROS, y posteriormente, una vez pasado el pueblo, frente al Cementerio, y en el KM.5,0 tomamos a la derecha una pista que sale, la que nos lleva a un deposito a la izquierda y más adelante a una ENCINA sobre un pequeño montículo, donde dejaremos el coche.

       Frente a nosotros se encuentra la parte norte de la Sierra de La Serrella, y en su parte casi más elevada, sobre una pendiente, podemos contemplar en todo su esplendor Los Agulles. LA SIERRA DE LA SERRELLA es un macizo alargado de este a oeste, coronado por diversos picos que hacen del conjunto serrano una de las bellezas visuales de Alicante, alcanzando en su cumbre los 1.358 metros sobre el Ayuntamiento de Alicante, entre los cuales se pueden ver magnificas vaguadas en cuyos lechos se extienden lenguas de cantos rodados que contrastan en color y forma con los picos. Se trata de una cadena dura, brava y abrupta. En la vertiente norte, donde nos encontramos, se encuentran LOS AGULLES o FRARES que son monolitos de rocas puntiagudas extendidas por toda la vertiente, esculpidos por la naturaleza, ordenados como un ejército, centinelas vigilantes, semejantes a diversos castillos, tal vez figuras dantescas, acaso fantasmas cubiertos por sus sabanas, donde el sol de media tarde genera volúmenes y define como exentas dichas piedras. Simplemente es una maravilla que nos recuerda Las Agujas del Realet en Sella. 

    En la ENCINA donde hemos desembarcado del vehículo a motor, cota de 620 metros, encontramos dos caminos; nosotros tomaremos el camino carretero de la derecha orientado al sur y que tras unos 400 metros, a una altura de 680 metros, gira a la derecha, punto a partir del cual la dirección es oeste y llaneando durante unos 500 metros vemos a la derecha un monte que entendemos es el Tosal de Terranova, que oculta al pueblo de Cuatretondeta, llegaremos a un cruce; si seguimos a la derecha rodeamos el citado tosal y regresamos al pueblo, nosotros tomaremos la izquierda, orientación sur y subiendo si dificultad alguna. Pasaremos,  entre bancales, por el final de una de las lenguas de piedras, interrumpida por el camino y sujeta por muros hechos por el hombre, hasta alcanzar una altitud por debajo de los 800 metros, donde el camino toma orientación este y hacia el Tosal del Tío Quico; el camino va llaneando mientras contemplamos las imponentes figuras de "los frares" unos cien metros más arriba, hasta que llegamos a un "refugio", que es una enorme piedra roma que pende sobre el camino y hace de techo, a la cual el hombre le ha añadido dos muros de piedras grises, lo que forma un conjunto de abrigo e interrumpe el camino; siguen bancales, creemos recordar de olivos, que si bien parecen ya abandonados a  su suerte, aun conservan su belleza y delatan el esplendor de otros tiempos. Tenemos a los frares apenas a cine metros por encima de nosotros, y es entonces cuando podemos admirar la monumentalidad de los mismos; silencio y embobamiento son los conceptos. Al norte tenemos parte del Valle de Ceta y cerrándolo por el norte la Sierra de La Almudaina. 

      La bajada, que se hace por el camino de subida, es rápida. Al llegar con el coche a la CV-754 tomamos a la derecha y apenas a cien metros entramos en el pueblo de Cuatredondeta por el antiguo Cuartel de la Guardia Civil, pasaremos por la puerta del Ayuntamiento y acabaremos en la Plaza del Trinquet; si dejamos el coche podremos dar un paseo por el pueblo. CUATRETONDETA o Cuatretonda de Seta se situa a 620 metros sobre el Ayuntamiento de Alicante, se estructura a partir de dos calles principales que se cruzan en ángulo de noventa grados y se asienta sobre un pequeño monte, dispone de iglesia, que por estar cerrada no vemos, y poco más. Después de refrescarnos en el Bar-Hotel Les Frares y desde la Plaza del Trinquet sale, dirección norte, un camino de asfalto ligero que nos lleva al cauce del río Ceta. Bajamos entre curvas rodeados de una tierra blanquecina, entre olivos, que llaman albarizas, capaces de captar y retener el agua de lluvia en el subsuelo, y después de un kilómetro llegamos a un cruce, del que ignoramos el camino que sale a la izquierda, de modo que girando a la derecha nos encontramos con el río Ceta; de nuevo se repite la situación de la que ya disfrutamos en Gorga, pues el agua cruza la carretera parsimoniosamente de izquierda a  derecha. Vale la pena salir del coche y disfrutar del paraje, de su silencio y de las paredes ascendentes que nos rodean , pues Cuatretondeta se situa unos 100 metros en lo alto. Superamos el cauce con el coche y subimos durante algo más de dos kilómetros hasta llegar a la CV-120 en su punto 6,5Km.

      Seguimos hacía Benimasot, hasta que encontramos en el Km.8 un camino carretero a al derecha que nos lleva al Cementerio y el Polideportivo, donde dejamos el coche. A la derecha tenemos el alto de 670 metros de Les Folletes , y andamos durante dos tercios de un kilómetro con una suave bajada que, de pronto se vuelve pina y curvada. Ante nosotros se encuentra el Barranco de Benimasot, que continua hasta el río, unos 100 metros más abajo, y en frente Las Lomas de LLombel. Sí seguimos el camino llegaremos al río, la senda lo recorre a derecha e izquierda durante unos 600 metros, donde observaremos hasta cuatro pequeñas presas.Todo el terreno responde a la tierra de albarizas ya descrita y entre frondosos pinos que se agrupan en pequeños bosques. Simplemente no hay nadie. El regreso será ahora empinado en su primer tercio y más suave en el resto hasta el coche. 

      Podemos recuperarnos en el Bar Municipal de Benimasot, que está a la entrada del pueblo, y seguir con el coche hasta el punto el Km.9, desde donde sale el camino que nos lleva al ÁREA DE EL MOLÍ en apenas un kilómetro de recorrido; hay un aparcamiento desde el que se accede a la zona donde se ubica el molino, bancos y mesas, y sobre todo el río Ceta con sus limpias aguas discurriendo sobre un lecho de rocas fuertemente erosionadas que son margas blancas. Una senda sigue cauce arriba en un delicioso y apetecible caminar.... hasta que resulta, por un infranqueable exceso de vegetación y margas, continuar, pero ha valido, sin duda alguna, la pena disfrutar de un paraje hermoso. 

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