02479-41.DE LO FEMENINO: 01.La mujer se baja los pantalones

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                                      Con el coño y las tetas al aire)

     Dicen las crónicas (Diario El Mundo de hoy) que la Ministra ANA PASTOR del Gobierno Cachondo de Rajoy ha protagonizado una "anécdota" en Teherán, capital de la dictadura iraní de los enfermos mentales de Alá; la cuestión es que Ana Pastor se ha presentado entre los sumisos de Alá con un pañuelo cubriéndole el pelo.

    Llama la atención que, en España, Ana Pastor no se presenta entre los sumisos de Dios con un pañuelo cubriéndole el pelo. ¿Por qué?

    En IRÁN es obligatorio llevar PAÑUELO las mujeres pero no los hombres, lo que demuestra que los iranís no respetan a sus mujeres, ya que si fuese obligatorio llevar pañuelo hombres y mujeres, si respetarían los iranís a las mujeres. Lo mismo le aconteció a la periodista Ana Pastor cuando entrevistó al presidente Mahmud Ahmadineyad allá por el año 2010. Pero la anécdota no acaba ahí; las periodistas españolas en Teherán presentaban todas, ellas las muy liberadas, pañuelo en la cabellera durante la conferencia de prensa de la ministra Ana Pastor. Llama la atención que, en España, las periodistas españolas no se presentan entre los sumisos de Dios con un pañuelo cubriéndole el pelo. ¿Por qué?

    Lo cierto es que, por una cuestión o por otra a la periodista Ana Pastor se le fue a la nuca el pañuelo, y que Mahmud Ahmadineyad, simplemente, se lo permitiera mientras ella sonreía con esa cara de listilla que tiene, no tiene que ver con la recriminación que ha sufrido la ministra Ana Pastor a cargo de un sumiso de Alá que estaba allí en la sala, sobre el pañuelo caído, lo que cabreó al ministro de Exteriores José Manuel García Margallo, que repuso el pañuelo en los pelos de la ministra ante la concurrencia de periodistas sin pañuelos (ellos) y de periodistas con pañuelos (ellas), las cuales, éstas últimas, retornaban el pañuelo que, al parecer, se les había caído sobre la nuca, durante la rueda de prensa y siguiendo a la señora ministra, la cual mirando al ministro Margallo le dice... "Gracias, una no es nadie sin ayuda"

    Lo que parece ignorar la ministra Ana Pastor, la periodista Ana Pastor, y todas las Ana Pastor del Occidente, es que una MUJER DE ALÁ NO ES NADIE SIN LA AYUDA DEL HOMBRE

    Parece gracioso, como una anécdota, sino fuera porque es cosa muy seria, porque el acontecimiento va contra la dignidad de la mujer y, por lo mismo, contra el hombre. Es decir... si una sumisa a Dios ha de taparse el cabello por obligación en Irán, ¿cómo es que a una sumisa a Alá se le permite cubrirse el cabello en España?

    La dignidad y el respeto tienen una doble dirección, dice Cómodo Centón.