sábado, 24 de marzo de 2018

04220-93.CINE: La forma del agua

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   LA FORMA DEL AGUA es una película de 2017, de 120 minutos de duración, Usa, genero fantástico/romance/drama, dirección de Guillermo del Toro, guion de Guillermo del Toro y de Vanessa Taylor, música de  Alexandre Desplat, montaje de Sidney Wolinsky, fotografía de Dan Laustsen, dirección de arte de Nigel Churcher, decorados  de  Jeffrey A. Melvin  y  Shane Vieau, vestuario by Luis Sequeira, efectos visuales de Reza Abolmolouk, protagonizada por Sally Hawkins (Elisa Esposito), Michael Shannon (Richard Strickland), Richard Jenkins (Giles), Octavia Spencer (Zelda Fuller), Michael Stuhlbarg (Dr. Robert Hoffstetler), Doug Jones (La criatura). Cuenta la historia de amor entre una mujer muda y una criatura anfibia con forma humana, la vida dentro de un laboratorio poco secreto, una lucha entre espías y la existencia de una familia Usa de mediados de los años sesenta.

     LA FORMA DEL AGUA es un cuento para adultos soñadores, una fantasía mental que ayuda a deshacerse de la realidad, en el ámbito de un espacio complejo entre lo real y lo imaginario. El GUIÓN contiene un gran fallo; la señora de la limpieza, Elisa Esposito, tiene la llave y el código de acceso a un laboratorio super-secreto al que se accede desde un pasillo de tránsito general de personal, y a través de una puerta por la que puede entrar un camión, de modo que desde el pasillo se puede contemplar la totalidad del super-secreto laboratorio. El fallo aumenta cuando la señora de la limpieza, Elisa Esposito, se encierra dentro del laboratorio super-secreto y, además con comida, un tocadiscos y discos. Continua el fallo de guión con la fuga de la criatura dentro del carro de ropa sucia, no pasa ningún control ni aparece ningún soldado. Es decir, la señora de la limpieza, Elisa Esposito, se pasea por el laboratorio super-secreto como Pedro por su casa. Un tercer fallo de guión reside en el hecho que cuando La Criatura se va por su cuenta, entra en un cine y está viendo una película él solo, sin que nadie lo vea entrar al cine, sin pagar la entrada, y sin que el maquinista se entere. La trama de los espías no es más infantil porque los GUIONISTAS no se entrenan más, y la trama de la familia feliz es como un pegote narrativo, quedando la trama la de Giles consigo mismo, y la de la secuencia final, donde llegan los coches de policía pero de los coches no baja ningún policía. 

    Dejando el Guión, que como vemos hace aguas por bastantes sitios, la DIRECCIÓN es magnifica, y lo es porque la NARRATIVA es pura idealización literaria y, por lo mismo, no se ajusta a un guión ni normalizado ni real, ni falta que le hace; una fantasía es una fantasía, de ahí que los versos se ajusten al modo del poeta. Y en este sentido se ha entender la cinta. El MONTAJE es una quebrada de secuencias bien ligadas, donde todo se somete al elemento fantasioso, de ahí que cobre realidad y se enfrente al Guión, al que vence dentro de una DIRECCIÓN DE ARTE bien planificada, donde los detalles abundan en mobiliario y utillaje en general, creando un espacio significativo, elaborado, convincente y hermoso. Los DECORADOS son muy buenos, impecables se diría, cuidadosos y trabajados, estudiados al máximo. Ayuda, sobremanera, la FOTOGRAFÍA, enlazando grises en el laboratorio, ocres en las viviendas de Elisa Esposito y de Giles, destacando el pasillo y la perfecta ubicación de las dos viviendas, rompiendo el inmundo baño la sensación de perfección que llena las viviendas, sin olvidar el color negro de las secuencias nocturnas, ligado al rojo del incendio y a los luminosos de la fachada del cine, todo lo cual contrastando con los colores de la casa y familia de Richard Strickland en un ambiente familiar que parece evadir al espectador de la maldad intrínseca del agente secreto, predominando las luces laterales sobre primeros planos. 

      Los EFECTOS ESPECIALES abundan; no puede ser de otra manera, la fantasía lo requiere. Los bailes bajo el agua, el incendio del comienzo de la cinta, la sala cinematográfica, el puerto en la secuencia final, y el complejo DISEÑO de la Criatura, más humana que extraterrestre, que dejan los ojos y los labios del actor (Doug Jones) a la vista, las diversas tonalidades de los trajes de La Criatura con esas luces azules que, sin embargo, reducen el carácter cálido que deberían de tener las escenas de amor con Elisa Esposito, en un ambiente entre un blanco sucio y verde, que generan cierto frío existencial dentro del baño. Pero, y sobre todo, esa peregrina idea de que el pene de La Criatura está dentro de una capsula entre las piernas. 

     Perfectamente manejada La CÁMARA, lenta y sutilmente, presenta PLANOS muy interesantes, de desplazamientos, picados, travelin de arriba a abajo, laterales, de retroceso a panorámica, primeros planos, planos medios y de semiconjunto, de forma que se fijan bien tanto el ambiente como las personas, estableciendo relaciones de acción y representación, entre RITMOS lentos y rápidos, con cortes bien montados en la cima de la escena, así como ANGULACIONES horizontales y alguna oblicua, estando bien planificadas las descripciones.

    Las INTERPRETACIONES son buenas, Richard Jenkins (Giles), Octavia Spencer (Zelda Fuller), Michael Stuhlbarg (Dr. Robert Hoffstetler), y especialmente buena la de Michael Shannon (Richard Strickland), siendo notable la de Sally Hawkins (Elisa Esposito); éstos dos últimos son el alma de la escenificación, estableciendo una relación mal-bien que no tiene critica negativa alguna, con grandes primeros planos que reflejan claramente la vida interior de los personajes y lo que representan. 

     Estamos ante una película que es cine en sentido estricto, una cinta de obligada visión.

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