05582-92.IMPOSIBLES: Mí tía/abuela y el clima en Alicante y en el resto

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      Una de mis tías abuelas, que ya falleció, además de hablar de la guerra de 1936/39 en España, hablaba, hace ya unos veinte años, de la temperatura en España. La MUJER decía que ella ya  no pasaba el frío de sus años de niñez y juventud, y eso que ella, por su edad, unos noventa años, tenía frío, pero que ese frío no era el mismo, que en el ambiente hacía menos frío. 

     Yo, entonces, caí en la cuenta; mi tía abuela tenía razón, yo no pasaba el mismo frío que tenía allá por la década de los años sesenta del siglo XX, sino que parecía que el tiempo se estaba calentando, asunto éste del que ya hablaban los entendidos en clima.

     Aquello que decía mi tía abuela, y que empezaban a decir los entendidos en clima, y de lo que yo me percate, está sucediendo. 

     La cuestión NO ES si el clima se calienta, sino que el clima, AHORA, se calienta para los demás, cuando en ALICANTE ya venía calentándose de antiguo. La cuestión es que, AHORA, se calienta para los demás, y de ese calentarse para los demás, que no son los de Alicante, es dónde tiene lugar el RASGADO DE VESTIDURAS, ya que no importaba que en Alicante se calentara, sino que se estaba calentando para los demás, es decir, que a los alicantinos se les calentase el clima importaba un pimiento, en sentido estricto, a los demás.

     Pero EL LOBO ha llegado, las orejas del lobo se dibujan en el horizonte, y lo que antes era un estúpido problema alicantino sin interés, cobra AHORA un inusitado interés para los demás. 

     Sin duda alguna, dice Cómodo Centón, el ser humano tiene lo que se merece, sobre todo desde que existe "la ser-a human-a feminista"