lunes, 18 de marzo de 2024

08124-98.EL VIAJERO MADURO: 40.Alicante: 01.Altea: El Mascarat o un fracaso no anunciado

DOCUMENTO ANTERIOR
08101 (08.03.2024 - 39.Alicante: Procesión Cívica 
                                  de Los Mártires de la Libertad 
                                        o de Pantaleón Boné)

DOCUMENTO POSTERIOR
08149 (01.04.2024 - 41.Alicante: Monte Orgegia)


      Desde Alicante tomamos la autovía A.7 y en el Km.638 vemos la salida a Altea, hasta alcanzar la N.332 a la altura del Km.161 en dirección Valencia, y al llegar al Km.162,650 aproximadamente,  giraremos a la derecha y bajaremos directos hasta la costa, a la playa de Mascarat/Sur o de La Barreta y por la calle Currica seguiremos, en cuyo final veremos una advertencia de zona inundable, que obviamos, para seguir por un camino carretero en mal estado de unos cien metros que nos llevará a la desembocadura del Barranco del Mascarat, un espacio triangular con playa de piedras y con varios pinos; aquí dejamos el coche. 

      Veremos, en el vértice del triángulo que se sitúa en tierra, una indicación al Barranco del Mascarat; es un camino carretero de unos ochenta metros de largo, donde a la izquierda veremos una senda que debemos tomar, la cual sigue el lecho del barranco por la parte izquierda, hasta que recorridos unos 300 metros debemos de cruzar al lado derecho por donde continuaremos hasta llegar a una curva en la que se encuentran las calles Freu y Ronda de La Marina.

      La ruta nos introduce en una senda tortuosa, fácilmente realizable, con bajadas y subidas leves entre piedras y suelo de tierra, ampliamente rodeada de vegetación baja y pinos, en paralelo al lecho del Barranco. El tránsito es agradable y corre algo de fresco entre sombras y zonas con rayos solares. Al ser domingo abundan los excursionistas, tanto los que regresan como los que adelantan al Viajero Maduro, quien concluye que podría ser el abuelo de unos y el padre de otros, de manera que, a su paso, va disfrutando Cómodo Centón. 

     Al término del primer kilómetro y ya en la antes citada curva puede observar Cómodo la grandeza del estrecho, y entre las paredes los puentes, a una altura aproximada de 60 metros, que permiten el paso de vehículos y trenes. 

     Inicia el camino, prácticamente no hay camino, sobre el lecho, entre piedras y más piedras, algunas resbalan e importan cierto malestar a sus pies, mientras niños, jóvenes y padres vienen y van sin especiales problemas en su caminar, hasta que llegado un punto en el cual Cómodo desiste; llegar al objetivo para la madurez de su cuerpo se convierte en un esfuerzo algo superior, y en un peligro su vivir.

     Contempla con resignación el Cañón del Mascarat sobre el Barranco de Salat e imagina que sus pies pueden, y sus piernas responden que "no", y aunque Cómodo les ordena seguir, responden que "no" y añaden que si Cómodo considera "en valor su cuerpo, menor no"; es una lucha entre el espíritu que no tiene El Viajero Maduro, que carece de alma, y la materia que lo conforma. 

     De tal modo, no queda otra, El Viajero Maduro regresa sobre sus pasos; ya no es si no la realidad de lo que es.

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