viernes, 29 de marzo de 2024

08145-168.LIBROS: 51.Contribución a Así habló Zaratustra de Nietzsche: 01.De los Alumnos: Zaratustra

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                                  02.De los Alumnos: Cómodo Centón)


1: Zaratustra

     Se ha mencionado en páginas anteriores que Zaratustra inicia su camino amando a todos los hombres, después se desencanta y les reprocha su debilidad. Sin embargo, Zaratustra quiere extender su doctrina.

       Zaratustra tiene necesidad de hacerse acompañar por vivos, de ahí que reniega de los muertos ya que son cadáveres que se cargan innecesariamente sobre las espaldas; quiere compañeros vivos que le sigan porque buscan seguirse a sí mismos por el camino que traza Zaratustra. La multitud de la plaza pública no le interesa, requiere de camaradas a los que dirigirse, más no busca ser el pastor de un rebaño, aunque acepta adláteres capaces de comprender que hay un abismo entre el hombre y el superhombre. De tal modo nada de creyentes, nada de rebaños, nada de cadáveres, sino aquellos que buscan nuevos valores y nuevos índices, es decir, Zaratustra quiere encontrar a quienes aspiran a ser como él, cosechadores de creación, creadores como Zaratustra, porque Zaratustra se niega a hablar a la chusma que habita en el concepto de pueblo y a los muertos. Se trata de reunirse con aquellos a los que puede mostrar el transito al superhombre, desechando a vacilantes y retrasados. 

        En el fondo, hay una falsa descripción del compañerismo; Zaratustra solo aspira a tener alumnos que extiendan la Doctrina del Superhombre, y tales compañeros/alumnos no están en la plaza pública, porque cuando se habla en la plaza a todos se habla y a nadie se habla, ya que en la plaza predominan los malos gestos.

        Zaratustra tiene alumnos que le han seguido; a ellos les señala la meta y los declara sus herederos, pero Zaratustra no confía en los esfuerzos de aquellos alumnos, de ahí que decida permanecer con ellos.

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