DOCUMENTO ANTERIOR
08152 (02.04.2024 - 02.¿Qué se te ha perdido
en los caminos?)
DOCUMENTO POSTERIOR
Sabe a tierra renacida, abandonada
por la propia Tierra, a verde sobre
sí misma, oscuro verde el paisaje
recogido de Casa Tápena. Hay una
poderosa arboleda reflejada en unas
balsas de agua clara, unos pájaros
que cantan, unos silenciosos peces
negros procesionando, sin rumbo
hiendo, entre las inexistentes olas,
del estanque, donde una sosegada
almadía porta unos brotes de vida
que parecen tener ciertas jangadas.
Cuanto bello color a sol esparcido,
teñido de luz, vive en este jardín
secreto. Corre el agua, de arriba
a abajo, sin saber que está cayendo,
sin saber de dónde viene, sin saber
a dónde va ni que hace en el pequeño
lago que la acoge. Y en los caminos
tortuosos, oscilantes, que parecen
llevar a todos los lugares sin llegar
a ninguno, entre sombras sobre
el suelo y haces sobre las copas
de los árboles, yo camino, camino
sobre la tierra pisada, allanada por
otros pasos ya pasados, olvidados.
Y fuera, con el sol colgado, extendidas
las montañas, las veo formando como
una cordillera vestida de una paleta
de brillantes marrones. ¡Que amplio
es el valle bajo mi mirada extendido!,
trafica el aire como viento levantado,
suave brisa que mueve las hojas y mis
ojos cierra, trotan alocados unos niños,
respiro, y respiro, mis pulmones respiran,
entre la topiaria salida de las tijeras
de podar, en este ornamental paisaje
mediterráneo, obra del jardinero creador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario