jueves, 16 de febrero de 2012

00924-39.EUROPA: 36.Brujos al contraataque



           La citada PROHIBICIÓN, con ser buena, no dejaba de ser UN CANTO A LA ESTAFA, como ya hemos visto conforme Cómodo Centón, cuya consecuencia inmediata ha sido la disminución de ingresos en las arcas de los Brujos de la Bolsa de Comercio. El estafador ANTONIO ZOIDO, presidente de BOLSA Y MERCADOS ESPAÑOLES y representante oficial de los Brujos de la Bolsa de Comercio, ha tenido problemas para pagar durante estos meses a las criadas, jardineros y conductores a su servicio, así como los colegios de los niños, los trajes, peluquería y masajes de su señora, entre otras cosas y a lo que tiene pleno derecho según la ley, por lo que ha manifestado, con suma beligerancia, que la "prohibición" tenía que ser levantada, siguiendo los admirables consejos de Francisco Quesnay entre otros, por el efecto negativo en cuanto al volumen y calidad de las operaciones (entiéndase "estafas") bursátiles, con la consiguiente DISMINUCIÓN DE INGRESOS que han conocido las "bolsas españolas", así como "infobolsa", el "banco de España" y otros. Y claro está, no puede ser que Los Brujos de las Bolsas de Comercio pasen penurias económicas, ya que para tal sufrimiento se inventaron "los trabajadores".

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          Hoy ha quedado AMPLIAMENTE DEMOSTRADO que HAY QUE CERRAR LA BOLSA DE COMERCIO, todas las Bolsas de Comercio que hoy, con estúpido tecnicismo, llaman MERCADOS.

          En agosto de 2011 se acordó por diversos "supervisores bursátiles europeos", entre otros la Comisión Nacional de Mercados de Valores de España, prohibir las "operaciones en corto" sobre la de repente descubierta idea que dichas operaciones incidían en la volatilidad de los "mercados" produciendo graves perturbaciones, aunque, en realidad y conforme Cómodo Centón, incidían en la estafa produciendo evidentes manipulaciones. Así, PEPE le pide prestado a TOMAS sus acciones a cambio de un interés. Dichas acciones prestadas son vendidas por PEPE a su precio, para después manipular con mentiras el mercado, de modo que una vez han perdido perdido valor, se pueden comprar, a un precio menor, para ser devueltas a TOMAS, quedándose PEPE con la diferencia entre la venta y la recompra. Pues a esto le llaman trabajar, dice Cómodo Centón, cuando en realidad es sangría monetaria.


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