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Por principio todo acuerdo entre el PP y el PSOE resulta, al menos, interesante, pero que, a su vez, en el acuerdo estén PNV y CIU resulta, al menos, peligroso, dice CÓMODO CENTÓN.
Es el ACUERDO PARLAMENTARIO SOBRE GESTIÓN DEL FIN DE ETA o en sentido restringido es el ACUERDO sobre la CONVIVENCIA SOCIAL, lo que aparentemente estaría bien si quedase definido QUÉ SIGNIFICA CONVIVENCIA SOCIAL. Pero NO; conceptualizar "convivencia social" hubiese mostrado el verdadero contenido del "acuerdo" y explicitar la territorialidad del mismo hubiese mostrado el "agujero negro" que lo promueve.
Queda claro que ha nacido sobre la almohada de FRANCISCO LÓPEZ, presidente del auto-gobierno de la región vasca, que ha transcendido, en un acto de ingenuidad, a RAJOY EL CACHONDO, y que ha sido bendecido por los "derechones" del PNV y CIU. Se trata de INSTAR al gobierno al cumplimiento estricto de la Ley y la persecución de los delitos, requerimiento sospechoso cuando es el gobierno, por definición, quién ha de cumplir la Ley. INSTA al gobierno a mantener el dialogo con el autogobierno vasco y con el autogobierno navarro, así como con el resto de fuerzas democráticas, lo que resulta discriminatorio pues ignora al autogobierno de Murcia, al de la Rioja y al de Extremadura entre otros varios autogobiernos regionales españoles, estableciendo una doble vara de medir regiones. Y exige a ETA su disolución definitiva sin explicitar que tales asesinos han de presentarse ante los jueces, abonar los daños producidos en España y abonar a las víctimas, y cumplir con las correspondientes condenas mientras piden perdón, perdón y perdón.
El ACUERDO PARLAMENTARIO SOBRE GESTIÓN DEL FIN DE ETA es una mirada al ombligo de la estupidez y la cobardía yacente en el PP, en el PSOE, en CIU y en el PNV, donde en un acto de soberbia se enaltece la victoria de la democracia sobre ETA.
La INMORALIDAD del citado "acuerdo" ha sido escenificada por la totalidad de los partidos del Congreso de Los Diputados, salvo UNIÓN, PROGRESO Y DEMOCRACIA. Semejante votación porta una carga envenenada para los INMORALES PARTIDOS que han rechazado la moción transaccional que incluía la ILEGALIZACIÓN DE LOS ASESINOS DE AMAIUR-ETA.
No cabe duda que de lo que se trata es de aplicar una "moral religiosa y fascista-comunista" de bondades, destinada a perdonar, siguiendo métodos tortuosos, a los asesinos de Eta, dice Cómodo Centón.
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