DOCUMENTO POSTERIOR: 01896 - 01911
Durante los primeros años del siglo XXI hubo una mística exaltación de los BRICS o Países Emergentes, todos ellos llenos de grandes bolsas de miseria que, en cierto sentido, recordaba a los SIETE TIGRES, y que no dejaban de ser una amenaza comercial para Occidente. Y en ambos casos se ha olvidado lo esencial del asunto: EUROPA es, a pesar de todo y de todos, la esencia del bienestar.
BRASIL es un "brics", un gigante con pies de barro que la Crisis Occidental ha agrietado y que los desafortunados acontecimientos deportivos terminaran devolviendo a esa realidad que nunca debió ser dada de lado. El BRASILEÑO ya lo percibe, y una parte importante de esa población se pregunta de qué sirve tanto estadio si luego vendrá el problema de su mantenimiento, máxime cuando la inflación aumenta, la violencia impera, el transporte público se encarece, la sanidad se pierde y la corrupción crece en las grandes favelas llenas de drogas, armas y asesinatos. Existe la sensación de que el Mundial de Balompié dejará una mala imagen de Brasil en el mundo...
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