viernes, 17 de julio de 2015

02395-29.IMPOSIBLES: El sanitario y el médico

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    Las aspas rotan; toman el aire por detrás y por delante lo expulsan, El pescuezo sudoroso se tranquiliza. Sin embargo la rata se ha parado ante mi esputo; mal asunto. El Médico ha dado un golpe, luego proporciona a la rata un premio que el animal se come. Mi respiración es chillona y es silbante mientras el Sanitario sonríe a la rata. Yo se que algo pasa. 

    "¿Es un método nuevo?"; no me responde el Médico. El silencio está callado; bastante es con las sibilancias que recorren la estancia al tiempo que mis dedos se tornan hipocráticos. Entonces observo como la rata, desde su jaula, me mira con los ojos llorosos, "¿qué le pasa a la rata"?, "a la rata" contesta El Sanitario, "nada le pasa". 

    El aire es caliente; me molesta, pero siguen rotando las aspas. Siento... tengo la idea de estar acabado. Toso; se aparta el Sanitario. "Pero mejor me la llevo" dice el Sanitario, añade luego que no me mueva, que no toque nada, y me da un paño... "deposite ahí el moco", y me quedo solo. Siento que estoy solo; me pesa el pecho, me impide pensar la fatiga y algo de fiebre se apodera de todo mi cuerpo. "Ha sido la rata" me digo, esa maldita rata que se ha parado ante mi esputo. "No ha sido la rata" me dice el Médico, que ha vuelto; me recomienda que limpie bien, "con la sangre cuidado" y añade que no es conveniente llenarlo todo de sangre. 

    "¿No ha sido la rata?"; me mira el Médico mientras afirma que el animal ese es como un "sanitario", una especie de máquina que detecta el lado malo. Apenas puedo pero sonrió; "¿dónde hemos llegado?, una rata sanitario". Entonces caigo de sueño, creo que sobre la camilla; la paz riega mi sangre que, cada vez que toso, sale como podrida. Sin embargo, no duermo. Dormir es ese castigo que la naturaleza aplica para mantenernos callados, me dijo un día Cómodo Centón. 

    "El problema es el pulmón" dice el Médico; "lo tiene usted blanco" añade. Yo, que estoy más pendiente de mis sibilancias, apenas le escucho, que todo se vuelve borroso al tiempo que mi vista desaparece en el mundo de una parestesia que me domina casi del todo. "¿Quiere decir que la materia de la que estoy hecho, se vuelve espíritu?"; "no creo" musita. Le explico, apenas como puedo, que lo blanco es lo limpio, y que lo negro es lo malo; "no es el caso" me dice. Me ánima, entonces, a dormir; "descanse"...., y yo lo hago.

    La rata me está mirando. "Te huelo" me dice, "estás acabado". Abro los ojos y lo noto... los sonidos se han fugado, ya no están, ni cuando exhalo ni cuando inhalo, no expulso sangre de mi cuerpo, ni tengo fiebre, ni la sinagesia me domina, no hay sudor en mi cuerpo y la fatiga parece un recuerdo del pasado. Ya no me siento enfermo. Y oigo al Médico decir... "está muerto".

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