jueves, 30 de julio de 2015

02414-27.JIJONA: 03.Bar Avenida

DOCUMENTO ANTERIOR:
02413 (31.08.2015 - 26.JIJONA: 02.Bar Avenida)

DOCUMENTO POSTERIOR:
02415 (30.07.2015)

V: DE LOS CREMADES
                
    Si repasamos el listado de apellidos de Jijona en 1472 encontraremos, entre otros, a Cremades, Soler, Sirvent y García, que son los que nos interesan en relación al asunto que aquí estamos tratando.

    Con el llegar del siglo XX limita Jijona por el sur con el Barranc de la Font, y junto al mismo se levantaba a la izquierda, según se cruzaba el Pont D´Alacant hacía el interior de la ciudad, el fielato, que era una caseta de madera donde se cobraba los arbitrios y tasas sobre mercancías o consumos, aunque, se ha de decir, su nombre oficial era el de Estación Sanitaria; revisado el alimento que se pretendía introducir en Jijona, y pasado por el fiel o balanza, y hecho el pago, se podía pasar la mercancía al interior de Jijona. Para los que vendían, en días de mercado, la mercancía en el Carrer del Vall, pasaba “el de consumos” a cobrar los impuestos.

     Antonio Cremades o El Tío Coixo de Los Consumos, dicen, era un ilustrado, pues a lomos del animal que lo trasladaba, siempre se le veía con un libro abierto; con María Soler tuvo, entre otros, un hijo al que llamaron Santiago Cremades Soler o El Tío Peluca que dedicó parte de su existencia a adquirir turrón en las fábricas de la ya capital turronera para vendérselo a los cubanos. El Tío Peluca pasaba varios meses al año en Cuba, y a su regreso a Jijona se traía en el bolsillo la venta más el beneficio. No sabemos, con certeza, la razón de tal especial vinculación de Jijona con Cuba, pero sí podríamos considerar la veracidad de una idea bastante razonable, la cual consiste en situarnos en la Guerra de Cuba que tuvo lugar entre 1895 y 1898, a la cual fueron enviados jijonencos por sus quintas, algunos de los cuales casaron en la isla, por lo que resulta acertado pensar que éstos reclamasen turrón y de tal forma se iniciase el comercio.

Pero en 1936 ESPAÑA sufrió de una desgracia, y el Tío Peluca, a sus 45 años, y que vivía en la Avenida de la República número catorce (la actual Avenida de la Constitución, número catorce) fue detenido el 29.10.1936 por la Comisión de Orden Público de la Segunda República Española e ingresado en el Reformatorio de Adultos de Alicante, de donde pasó al Castillo de Santa Bárbara y finalmente al Campo de Trabajo de Orihuela para cumplir un año de trabajo obligatorio y multa de 5.000 pesetas, conforme el Tribunal de Jurado de Urgencia en juicio 33/1936, por un delito de desafecto

     Puesto en libertad y acabada la guerra en el año 1939, Santiago Cremades Soler o El Tío Peluca tuvo un altercado, al parecer con uso de puños, con su primo Vicente Miravete Cremades, falangista de los de primera hora, que fue primer jefe local de Falange en Jijona y posteriormente primer alcalde franquista, terminando El Tío Peluca con sus huesos, durante tres días, en la Prisión de Jijona, que aún se podía ver en la década de los años sesenta del siglo XX en la actual Placeta de La Presó, y que formaba parte del antiguo ayuntamiento de Jijona, edificio que fue casa consistorial, en tal lugar, hasta principios del siglo XX, años que paso a su actual ubicación en la "plaza"; Miravete dejó la alcaldía y abrió una Agencia de Transportes y un hotel en la Playa de San Juan llamado “Hotel Miravete”.

    El Tío Peluca, casado con Regina Sirvent García o La Tía Regina, tuvo tres hijos y una hija; Antonio que casó con Herminia García Cremades de la fábrica Turrones García Mira, ubicada en parte en la actual calle de La Sarga, Luis casado con Carmen Miralles, Regineta y Santiago (Santiaguet o Santiaguito) que casó con Antonia Devesa Ripoll (Antonieta).

   Como en 1939 la industria del turrón andaba de capa caída, escaseaba el azúcar, lo de Cuba quedó en un recuerdo de bonanza, aunque ya campando los finales de los años cuarenta y la década de los cincuenta se recuperó el comercio de turrón con Cuba, hasta que la llegada de la dictadura de Fidel Castro descubrió que los cubanos no tenían dinero para turrones. En estos años El Tío Peluca ya había organizado su existencia con nuevas actividades comerciales, siendo una de ellas la proyección de películas en una sala habilitada en Jijona y que sería conocidas como Cine de Baix, edificio que corresponde al actual de viviendas entre las calles de Ausias Carbonell, La Sarga y Alcoi; en ellas ejercía de portero su hijo Santiago Cremades Sirvent o Santiaguet, mientras se hacía cargo de la cabina Santiago  Garrigos "Macano". Periódicamente los distribuidores de películas ofrecían “paquetes de cintas” que contenían una película buena y el resto malas.

    Y para los días de verano se añadió la Finca de Sot, en la carretera a Torremanzanas y sobre el km.17,900, donde el Tío Peluca, acompañado de su nieto Santí, se dedica al campo y al descanso, apareciendo con su porte de patriarca por el Bar Avenida, donde tras depositar sus dedos sobre los muebles y bajo ellos, los levantaba para significar como sus dedos habían recogido el polvo y la roña que el encargado de quitarlos, no los quitaba.

1 comentario:

  1. Con que el Tio Peluca...quiero mas! Lo de la limpieza nos viene de familia...ja.

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