07064-143.IMPOSIBLES: De mendiga a rica

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      Podríamos decir que el MUNDO es todo lo que acontece, la totalidad de los hechos y que está determinado por los hechos, los cuales determinan tanto lo que acontece como lo que no acontece.

      Pura envidia, dice Cómodo Centón, envidia pura.

      A una mujer que pedía entre un banco y un supermercado le han tocado 1.200.000 euros en la bonoloto, lo que está bien, sin duda alguna, pero, ¿cómo es posible que una persona que pide dinero entre un banco y un supermercado, puede gastarse dinero en un juego de azar?

      No cabe duda, duda no cabe, que, si una persona pide entre un banco y un supermercado, pide porque lo que pide es para comer, no para jugar en un juego de azar o tomarse un vaso de vino en una taberna, entre otras innecesidades. 

      He aquí porque Cómodo Centón no da dinero a una persona que, necesitada de comer, se gasta una parte de lo pedido en un juego de azar.

      La mendicidad, que nunca está bien, no está para gastarse parte de lo mendicado en un juego de azar. Se puede o no se puede entender, pero Cómodo Centón no entrega dinero a una mendiga para que una parte de su dinero sea dedicado a un juego de azar, se lo da para que la mendiga se alimente. 

      Es posible, cabe aventurarlo, que la MUJER, que estaba entre el banco y el supermercado, nunca fue objeto de atención entre los bancarios del banco y los empleados del supermercado, pero es aventurarlo, que la Mujer ya ha sido de atención entre los bancarios del banco y los empleados del supermercado; es lo que tiene el capitalismo. No es mucho dinero, pero es dinero abundante. 

      ¿Seguirá la Mujer haciendo su trabajo o cambiará de trabajo?