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07073 (19.08.2022 - 03.Tratado Lógico Filosófico
de Wittgenstein
02.Primera Lectura: Conceptos Finales)
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Se inicia EL TRATADO estableciendo diversos conceptos cuyos contenidos arrancan con la idea del MUNDO, el cual es todo lo que acontece, la totalidad de los hechos, de forma que está determinado por los hechos, es decir, se descompone en hechos en cuanto que pueden ser un acontecimiento o no serlo, lo que implica que lo demás sigue igual, de modo que las cosas que son parte del contenido del mundo son, en realidad, ajenas al mundo, siendo así que la realidad total es el mundo, el cual, además, tiene SUSTANCIA como forma y contenido, y nunca como materia, pues existe con independencia de lo que acontece.
A su vez, los HECHOS son el espacio lógico del mundo y la existencia del ESTADO DE COSAS, que son pensables, permiten formar una imagen en cuanto conexión de objetos, de forma que, conociendo el OBJETO, bienes y cosas, que en todo caso es incoloro, es suficiente conocer sus propiedades externas, siendo posible conocer la totalidad de sus posibilidades de acontecer en el estado de cosas, pues la simpleza del objeto permite contener la posibilidad de todos los asuntos. De esta manera el objeto cumple como forma fija del mundo, lo existente, y la suma de objetos determinan el estado de las cosas al encajar unos con otros mediante una estructura, lo que permite la descripción de los ASUNTOS, los cuales se construyen dentro de una proposición, pero, en todo caso sin nombrarlos, pues solo los hechos pueden expresar sentido.
Ahora bien, todo objeto responde a un NOMBRE, y con tal nombre dado es posible señalar al objeto, de manera que, en toda proposición, el nombre ocupa el espacio mediante un signo, que no puede ser definido. Los nombres, sin embargo, no son cosas, sino que tienen que ser entendidos, en el ámbito de una proposición, como clases, así, la letra “A” es la misma letra “A” que actúa como un signo, es decir toda cosa tiene un nombre, lo que evidencia diferentes nombres para distintas cosas, quedando los mismos unidos entre sí como un estado de cosas, quedando el nombre reservado a un símbolo simple que se indica mediante signos.
LA COSA es un punto material en un espacio, es independiente, puede intervenir en cualquier asunto, pero su sometimiento en el estado de cosas genera la dependencia de la cosa, y actúa, en todo caso, en un espacio cuya ubicación es un espacio infinito, presentándose con propiedades propias que permiten su referencia, más si una cosa comparte propiedades con otra cosa, su individualidad desaparece. EL ESTADO DE LA COSA es el hecho, lo que acontece, entre los objetos es la conexión de los mismos, su inexistencia, o bien su existencia, es la realidad que configura el mundo, de forma que la expresión de todas las proposiciones elementales verdaderas describe el mundo completamente, entendiéndose que una proposición elemental verdadera determina la existencia del estado de las cosas, lo que es en un espacio posible, en tanto el objeto espacial tiene que radicar en un espacio infinito.
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