domingo, 19 de noviembre de 2023

07864-138.LIBROS: 21.Contribución a Así habló Zaratustra de Nietzsche: 03.Otros conceptos de Hombre

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07861 (18.11.2023 - 20.Contribución a Así habló Zaratustra 
                                      de Nietzsche
                                  02.Otros conceptos de Hombre)

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07875 (21.11.2023 07875 - 22.Contribución a Así habló Zaratustra 
                                                   de Nietzsche
                                             04.Otros conceptos de Hombre
                                             01.El Hombre de la Plaza Pública)


      Lo que resulta amenazador es “malo”, pero para aquel que amenaza es “malo” el amenazado, de forma que, si el primero rechaza la fuerza, rechaza lo ordinario de lo bajo el segundo. El “amenazado” puede protegerse contra el poderío si forma un grupo y, además, transvalora los valores sin que éstos, en realidad sufran cambio alguno, de modo que toda virtud en la “fuerza” ha de presentarse como “vicio”. Posición contraria detenta el “amenazador” quién toma como “vicio” la carencia de fuerza. 

      La victoria entre ambos se decanta a favor de aquel que juzga al otro. Más, en el mundo de Zaratustra es el hombre de la plaza pública quién termina por vencer, obligando a las naturalezas fuertes a sufrir transfiguraciones, mediante la imposición de los derechos humanos. 

       El proceso general que hemos descrito entre el animal y el superhombre es un esfuerzo de voluntad personal que ha de hacer cada hombre, siendo de tal modo que no es posible ayuda alguna. 

      Se puede sin duda inducir a ejecutar el proceso, y tal es lo que hace Zaratustra, pero, el fracaso se impone en la medida que el Hombre que “se busca”, por Nietzsche, no existe, ya que el Hombre no quiere dejar la cordura que es la sociedad humana para introducirse en la locura de recorrer la cuerda sobre el abismo para alcanzar la propiedad de sí mismo y ser un superhombre.

     Son varios los conceptos de HOMBRE que intenta expresar Nietzsche, logrando no definir, en sentido estricto, a ninguno de ellos por evidente ignorancia de Zaratustra; la vanidad del hijo del sol, si bien queda evidenciada en la totalidad del texto, especialmente requiere de conceptualización de forma que introduce diversos conceptos referidos al hombre mediante diferentes nombres. En esta vía Wittgenstein establece que nombrar es señalar, pero en ese señalar no es posible definir, siendo de tal manera que un nombre está para una cosa, otro para otra cosa y entre si están unidos, representándose el estado de cosas o aquello que es pensable o nos podemos hacer una imagen. 

     Ahora bien, como no existe la citada posibilidad de definición, nos vemos obligados a entresacar diversas denominaciones como son el hombre de la plaza pública, la mujer, el hombre superior, el hombre noble, el hombre creador, y el hombre sublime.

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