jueves, 23 de noviembre de 2023

07885-140.LIBROS: 23.Contribución a Así habló Zaratustra de Nietzsche: 05.Otros conceptos de Hombre: 02.El Hombre de la Plaza Pública

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07875 (21.11.2023 - 22.Contribución a Así habló Zaratustra 
                                      de Nietzsche
                                 04.Otros conceptos de Hombre
                                 01.El Hombre de la Plaza Pública)

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       Zaratustra desprecia al hombre de la plaza pública, aquel que ha pasado de un sistema absoluto de poder real a un sistema de falsa democracia donde los derechos humanos de los ignorantes están por encima de los nuevos valores que aporta el Superhombre. Se puede afirmar que nada tiene valor y que nada es conocido. Así, la PERSONA ha recorrido el camino del gusano a la persona, pero es una persona que tiene aún mucho de gusano. Existe, pues, un proceso evolutivo (Darwin), donde la descendencia y la lucha por la existencia es la fuerza propulsora de dicho proceso. Sin embargo, el gusano no lucha tanto por sobrevivir, que sí, como por avasallar, de forma que este comportamiento no es tanto algo evolutivo en lo natural, en la medida que, en la Persona, la conciencia, imbuida de una idea de libertad, rompe con lo natural e inicia una acción libre de vida y existencia que conocemos como “moral”. 

       “Camino por este pueblo y dejo caer mis palabras. Pero no las saben recoger ni conservar. Están asombrados de que no haya venido para condenar la mala conducta y los vicios” dice Zaratustra.

     El Hombre que comparte su existencia con la vida en la Plaza Pública solo busca vivir gratuitamente, sin esfuerzo alguno, sin mandarse a sí mismo, obedeciendo e incapaz de oírse a sí mismo. De tal modo, "el hombre es algo que debe ser superado, ya que es un puente y no un fin"

       El Hombre vive en su disfraz, está amasado de colores, de recortes de papel, es efímero, estéril, su destino es el sepulturero y su ser es la enfermedad.

       Cómodo Centón nos dice que es la enfermedad lo que procura la vida del Hombre, lo que es así ya que la Tierra está llena de enfermedades; para estar vivo es preciso estar enfermo, de otro modo, al sanar se sana con la muerte, pues la muerte es la ausencia de enfermedades.

      El Hombre del Populacho vive en la plaza pública, allí encuentra su medio de vida y carece de existencia; Zaratustra, a pesar de haber predicado en la plaza pública, no siente interés por este hombre, de forma que, si se expresa en la plaza, lo hace para encontrar, entre el populacho, a alguien que quiera acceder a ser su discípulo. Sin embargo, es una tarea ardua y su fracaso es una realidad; dicen de Zaratustra que se pasea por entre los hombres como si pasease entre animales. Aquí Zaratustra es repudiado porque no muestra misericordia, ya que las grandes deudas solo devienen en encono y rencor, de ahí que sea mejor hacer el mal que pensar mal. 

       Nadie escucha a Zaratustra; el populacho no escucha, no sabe escuchar, ya que en la plaza pública todos los hombres se consideran iguales pues ante Dios todos los hombres son iguales, menos Dios que es superior, de manera que nadie cree en el Superhombre. Este hombre no sabe que es el esclavo del Hombre Superior porque no acierta a entender que el Hombre Superior existe y se mueve entre ellos bajo distintas formas, de modo que el Hombre de la Plaza cree ser el amo en virtud de la resignación y la prudencia, e ignora que Dios ha muerto, de ahí que acepten la superioridad del Hombre Superior.

       Tal ignorancia, Dios ha muerto, implica que han de superar al Hombre, y que donde vivía Dios, vive ahora el Superhombre. 

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