00412-14.TODAS LAS LEYES MIENTEN: 02.El Tabaco

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02312 (29.05.2015)

La LEY 28/2005 fija como OBJETO establecer con carácter básico las limitaciones, siempre que se trate de operaciones al por menor, en la venta, suministro y consumo de los productos del tabaco, entendiendo como Productos del Tabaco los destinados a ser fumados, inhalados, chupados, masticados..., determina la prohibición total de fumar (artículo 7º) en ciertos lugares, y habilita (artículo 8º) zonas para fumar, fijando las infracciones (artículo 19º) como leves, graves y muy graves, y sus sanciones (artículo 20º) cuyas cuantía se gradúa teniendo en cuenta el riesgo para la salud, la capacidad económica del infractor, la repercusión social de la infracción, el beneficio que reporte al infractor y otras comisiones añadidas.

Pero como consecuencia del fracaso de la citada ley así como de todos los anteriores reales decretos y leyes, la HIPOCRESIA DEL COMÚN DE LOS MORTALES dicta una nueva Ley.

Es la LEY 42/2010, que considera a la Ley 28/2005 un hito en lo que se refiere a fumar en lugares públicos como en las medidas a potencias la deshabituación del tabaco. Tras declarar que han pasado cuatro años y con algunos estudios hechos, considera la LEY que hay que avanzar en la protección de la salud, ampliando, para ello, la prohibición de fumar, porque así se benefician los menores y los camareros, de modo que mediante un ARTICULO ÚNICO modifica y añade un porcentaje elevado de la Ley 28/2005, pero sigue permitiendo la elaboración, distribución, venta y consumo del Tabaco. Es el tradicional PRINCIPIO HIPOCRITA DE LA LEY.

Porque qué hacemos con la contaminación de motos, coches, aviones, calefacciones y otros, que tanto ama la Hipocresia del Común de los Mortales, y a la que contestan que eso de la contaminación de los coches, pues que no..., ¡valla, que el único causante del cáncer es el tabaco!.

Además del Principio Hipócrita de La Ley tenemos la COBARDÍA DE LOS EXCERTAS EN CORTES. Si el tabaco es malo, dejese de fabricar, dice Cómodo Centón. Pero no, el malísimo tabaco se cultiva, se elabora, se vende y distribuye por el PODER LEGISLATIVO, obteniendo beneficios crematísticos, esto es: hipocresia y cobardía. Así que... ¿dónde deriva la fuerza de la Ley?, pregunta Cómodo Centón, quién responde en los de siempre, en los más débiles, en aquellos que compran el tabaco y luego no pueden consumirlo libremente.