martes, 25 de enero de 2011

00437-29.SOY EL DESCANSO DE MI MISMO: 01.Del Azar

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Será necesaria una TEORÍA DEL AZAR que provoque una declinación que, a su vez, interrumpa la eterna caída vertical y pueda permitir el encuentro de los átomos y la subsiguiente formación de vida. Dentro del mundo material el Azar resulta inconsistente. Lo sensible pasa a ser considerado como el lugar natural del mal, manteniendo al Alma prisionera del Cuerpo y al pairo de los Sentidos. De nuevo la Idea del Hombre emerge con el ánimo de librar al Alma, estableciendo esta transición como la meta suprema, solo que , en este momento, ya no se trata de un proceso meramente interior sino que frente al Mal busca Lo Eterno, lo que se verifica mediante misterios y ritos. El principio de todo lo existente es Lo Eterno, de quién, por emanación, todo surge. La idea del Hombre, contemplada dentro de la teoría del átomo, se centra en un ser perfecto, bueno, personal, que de la nada crea el mundo, por su sabiduría y razón. Esta idea de las ideas, fuerza de la fuerza, forja seres intermedios que enlazan a Lo Eterno con el Hombre, mediante las diferentes formas del Ser. Primero tenemos el LOGOS, la palabra, directamente emanado de Lo Eterno, que será conocido como el Verbo y cuya Inteligencia contiene las ideas de las cosas posibles. La inteligencia es una copia del Logos, de modo que Lo Eterno, en este aparente proceso, se mira así mismo, haciéndolo desde otro. Continua el aparente proceso cuando ese Espíritu , que es copia, se presenta como Alma, desgajandose del Logos, expresándose como principio del movimiento y de la materia. Esta Hipóstasis recala en una actividad de retorno, pues el Alma, que representa al Hombre, ha de esforzarse en ascender hacía Lo Eterno en un proceso aparente, superando el pensamiento y por medio del éxtasis, perdiendo de tal modo la consciencia de sí misma y deviniendo desde el Espíritu como lo inherente al Hombre. Este aparente proceso está significado por una tensión entre dos extremos; por una parte el Alma o Luz Divina, por otra la Materia u Oscuridad Total, de modo que si bien el Alma existe, no existe la Materia, pues Lo Eterno no se ocupa realmente de lo material. Si Lo Eterno es lo "uno" y "es", y la Inteligencia contiene las ideas, la adscripción del Alma en el Hombre produce el mundo sensible según las ideas de la Inteligencia: En este sentido el Alma, para liberarse, precisa conocer su origen, y es ese conocimiento la liberación misma y su unión con el Bien o Lo Eterno.

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