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Hace unos días que ha sido inaugurado, después de unos ochenta años de intentos, el AUDITORIO DE LA DIPUTACIÓN DE ALICANTE, firmado por el arquitecto alicantino JUAN ANTONIO GARCIA SOLERA
Lo que sigue a continuación son las impresiones obtenidas de una primera visita, con asistencia a un recital de canciones por parte de una soprano y una pianista, a la vista de lo cual nos referiremos a la parte expresamente conocida, considerando que aún continúan las obras, lo que hace difícil un conocimiento pleno de la estructura levantada en el Paseo de Campoamor.
El EDIFICIO tiene una superficie de 28.000 metros cuadrados, con una sala principal de 1500 butacas y otras varias de música, estudio, conferencias, etc. Cabe integrarlo dentro de la "arquitectura racionalista", bajo la influencia de "El Cuervo" (para los ilustrados Le Corbusier) y dentro de la estética "minimista". Responde a los conceptos de "esencial", "práctico" y "funcional", suscribe la idea de que "la forma es la consecuencia de la función" y se resuelve acudiendo "al juego de volúmenes bajo la luz".
El INTERIOR del edificio se estructura en diversas alturas y espacios desiguales, donde se descubre facilmente el esqueleto estructural de la fábrica, con líneas rectas y formas geométricas simples. Se presenta sin pompa ni ornato, es sobrio y austero, presentando un espacio infinito dentro de la finitud que lo contiene. Predominan los colores blanco y negro, referencia clara a las teclas de un piano, complementado con roble americano en tablillas y maderas tratadas en oro viejo, completandose con mármol blanco. En este sentido el "color" es importante, ya que con el detalle constructivo de los elementos básicos, es parte esencial e integrada de la decoración misma. No consta, a la vista de lo dicho, decoración superpuesta en las fachadas interiores.
El "recibidor" de entrada es enorme, cumple la función de "distribuidor" tanto de las dependencias de la planta baja como de los pisos superiores; por el mismo se accede a la "sala principal de audiciones", a través de diversas dobles puertas que, a su vez, son de doble hoja, haciéndose la entrada por la parte superior de la sala, que tiene forma de cono truncado y que se encuentra excavado en la tierra, de forma escalonada, con un pasillo central y laterales, lo que permite una absoluta y total visibilidad de todo el escenario y desde cualquier punto de la sala, la cual se completa con un único piso elevado, que forma en sus paredes laterales sendos palcos. Las paredes están diáfanas de cualquier elemento de distracción, y solo leves elementos decorativos incrustados resaltan la belleza de la misma. El techo es de madera, presentando sobre el escenario diversos cubos alargados de los cuales cuelga un bosque de tubos de luces que ilumina perfectamente dicho espacio, que es de madera y muy amplio. La audición es excelente. No obstante lo anterior, se advierten certas deficiencias por la estrechez de los pasillos, para un caso de urgente evacuación.
El EXTERIOR es, sencillamente, de una vulgaridad manifiesta. El "cuerpo bajo" lo es corrido, y da la impresión que quiere unificar los diversos volúmenes que forman el conjunto, disponiendo de un pórtico adintelado, adosado a la pared. Una enorme caja, construida con diversos cubos independientes y sin ningún interés estético, mira al Paseo de Campoamor, lo que pretende ser la entrada principal al recinto, pero que se encuantra plenamente ausente al estar intregrado linealmente con el resto de la frontal.
La disposición del conjunto sufre de una mala UBICACIÓN ESPACIAL, ya que la orientación este-oeste no permite que la fábrica quede, por su lado sur, realmente exenta de las edificaciones que continúan, el Colegio más antiguo de Alicante y unos servicios de Sanidad. Mejor hubiera sido, en este sentido, una orientación norte-sur con la fachada principal mirando al sur, lindando la fachada posterior con la calle que allí existe, de modo que el diseño podría habeer respondido a una realción de cuadrado con círculo.
En cuanto al valor significativo de la construcción cabe decir que éste edificio no es representativo ni establece lazo alguno especial con la ciudad de Alicante, esto es,por el Auditorio no se reconoce que es Alicante o que está en Alicante, ya que a la vista de su estética formal, bien podría encontrarse en cualquier parte, capital o pueblo del mundo, al responder, sin más, a elementos arquitectónicos que tuvieron su aparición hace unos ochenta años y que forman el común con las características de un estilo internacional
Que se lo lleven y nos devuelvan nuestro patio
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