viernes, 9 de marzo de 2012

00950-27.FIESTAS: 05. Día de la Mujer: Ya pasó el día

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           Lo mejor del DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA es que, hoy nueve de marzo, ya ha pasado. Es un alivio, una tranquilidad, un sosiego... porque el Día de la Mujer Trabajadora ES UN DÍA CANSINO, muy cansino, agotador, insufrible, deprimente, insoportable..,, asquerosamente ASQUEROSO, como lo son las FEMINISTAS, esos animales con forma de mujer y mente de hombre pero sin pene, y cuyo gran argumentario es yo no necesito que ningún hombre me diga lo que tengo que hacer. Pero..., si aparece una rata, ¿quién tiene la caballerosa obligación de matar a la rata?.

          Hace unos TREINTA AÑOS la Cárcel de Alicante tenía un Departamento de Mujeres con doce celdas, se contaban "dos presas" custodiadas por "tres funcionarias". Hoy las mujeres, en dicha cárcel se cuentan por "centenares". Hace treinta años cuando en una empresa o en un organismo público surgía un ladrón siempre era un hombre, hoy ya surgen ladronas en esas mismas empresas. Hace treinta años el dedo que apretaba el botón de la bomba atómica era de hombre, hoy puede serlo de mujer. Hace treinta años todos los barrenderos eran hombres, hoy son barrenderas. Hace treinta años los telediarios estaban dirigidos por hombres-comunicadores-capaces, hoy son mujeres-niñas-que repiten hasta la saciedad, las mismas insípidas noticias...

          La mujer se ha hecho hombre, dice Cómodo Centón; quiere dejar de ser el elemento natural de la vida, y aspira, en su torpeza, a convertirse en el elemento artificial de la vida que es el hombre. Tal progresiva tendencia a la estupidez ha posibilitado que el "caballero" sea un concepto en desuso; antes cuando un "caballero" veía a dos hombres pegarse, les dejaba pegarse, pero si veía a un hombre pegar a una mujer, enarbolaba la bandera de la ayuda, mientras que hoy yo no necesito que ningún hombre me diga lo que tengo que hacer...

         El PROBLEMA yace en la imposibilidad, hoy, de distinguir entre la mujer-mujer y la mujer-hombre. CÓMODO CENTÓN, sin embargo lo tiene claro, si somos iguales lo somos para todos, no hay motivo para ceder el paso a una mujer, ni para ofrecerle el asiento, ni para extender la capa sobre el suelo, solo queda la realidad de luchar contra la mujer del mismo modo que se lucha contra el hombre. Hay que DESTRUIR EL DEPORTE FEMENINO Y EL MASCULINO, ¡por la unificación del deporte!. Aunque al cabo de todo lo dicho siempre quedará LA ÚNICA REALIDAD: para follar el hombre tendrá que aportar su pene, y la mujer tendrá que aportar su vagina. Otra cuestión son los hombres-maricas y las mujeres-maricos.

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