viernes, 13 de abril de 2012

00985-115.HISTORIA DEL MUNDO: 04.Gibraltar y Centón

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     CÓMODO CENTÓN ha cometido el "pecado" (dejaremos sin manifestar si existe, en sentido estricto, el hecho de "pecar") de poner su pie en GIBRALTAR, esa impresentable guarida de piratas, paraíso fiscal y violador jurídico... (véase documentos 00434 - 00435 - 00436 de este índice sobre conceptos e historia) que la GRAN RAPOSA (para los ilustrados "Gran Bretaña"), que dijera León Felipe, sostiene sin pudor alguno, y que tomara, allá por el siglo XVIII, con la ayuda de una "banda armada de 250 catalanes" y una flota holandesa, a semejanza de como lo hizo en el siglo XX con Las Malvinas, ayudado por los USA. 

     Si en la parte española hondea la bandera española, en la parte "criminal" hondean las banderas de la Unión Europea, la de la Gran Bretaña y la de Gibraltar. La BANDERA DE GIBRALTAR, y en esto se demuestra que los "piratas gibraltareños" son harto ignorantes como todo filibustero, es la propia y aquella que la reina ISABEL LA CATÓLICA dio como pendón a Gibraltar. Cruzada la RAYA aparece el llano de 800 metros que La Gran Raposa se tomo como prestado más allá de Utrechts, donde se sitúa el minúsculo aeropuerto, tierra que ya considera como suya. Sigue el PUEBLO dentro del cual todo es estrecho, apretado e incómodo, como cogido con alfileres y grapas, sin que aparezca fachada alguna de interés, exceptuando la ruinosa TORRE MORA que, convertida en cárcel para los "piratas locales", muere lentamente. Cerca está el TELEFÉRICO que nace en un descampado con cierta pendiente y terminan sus cables a medio Monte de Calpe; la otra opción, además de la propia de subir andando o en coche propio, es la de meterse en un taxi. Ahora bien, el coche propio no llega donde llega el taxi-guía, y el andar se hace sobre una distancia de nueve kilómetros.  

     El Centón toma el TAXI; dentro del habitáculo se entera Cómodo Centón de que el "taxista-guía" nació en Londres (para los ilustrados "London") y que es gibraltareño, queriendo decir como en todo londinense hay un gibraltareño, pero que si, al taxista-guía, lo pusiésemos en una plaza de Sevilla sería un andaluz sin duda alguna. El TAXISTA-GUÍA es una oficina de propaganda nacionalista, publicidad personal en estado puro, exaltación manifiesta de "lo bueno" que es Gibraltar, lo "tonto" que es Inglaterra y lo "malo" que es España. La primera sorpresa es que la Bahía de Algeciras no es "bahía de Algeciras", sino Bahía de Gibraltar, a lo que sigue lo maravilloso que es el sistema educativo gibraltareño, el sistema de viviendas, los treinta mil habitantes del Monte de Calpe y otras varias simplezas como que el agua que rodea la "roca" es de Gibraltar, y la mayor de todas las estupideces... que allí, en Gibraltar, se unen el Mediterráneo y el Atlántico, olvidando nuestro "taxista-guía" que constan más de treinta mil empresas en una tierra con menos de treinta mil habitantes... ¡esto si que es un milagro! ya que pareciera que lo primero que hace un recién nacido es crear su propia empresa; huele a un caldo podrido oculto tras un agua de colonia.

     La RUTA sube hasta alcanzar un MIRADOR que, más allá del mal llamado Estrecho de Gibraltar y que deberíamos llamar ESTRECHO DE TARIFA, mira a "la tierra caliente" que en griego pelasgo significa "África". Los gibraltareños, ni cortos ni perezosos, allí han puesto las "columnas de  Hércules" como si el semidiós citado fuese lo suficientemente tonto como para no medir la distancia  entre Europa y África, comprobando de tal modo que desde Tarifa al África hay menos distancia que desde Gibraltar al África, cosa, por cierto, que si hizo Musa Ben-Nazir, de modo que su teniente Tariq tomo el barco entre "la tierra caliente" y la Isla de Tarifa, que era la distancia más corta entre ambos continentes, y aprovechando que la isla no tenía nombre le puso el suyo, de ahí que el estrecho deba ser llamado ESTRECHO DE TARIF o, si acaso, ESTRECHO DE HÉRCULES, pero nunca, nunca y nunca, de Gibraltar.
 
     De nuevo en el "taxi", y por una estrecha pista, llegamos a una CUEVA donde estalactitas y estalagmitas se intercalan en diversas salas y caminos, con una sala-auditorio. La gruta es un lugar seco, metálico, indiferente, algo ruidoso, muy transitado, como el interior de un huevo vacío que, de vez en cuando, se pinta para que reluzca un poco; no se aprecia recogimiento, serenidad, no emite belleza ni el necesario sonido del agua aportando humedad, cierto escalofrío...; sigue el taxista-guía aportando más propaganda y publicidad nacionalista mientras vemos a los primeros "macacos" y los aros que posibilitaban la subida de los cañones a sus puntos de tiros, ofreciéndonos alguna pintoresca nota sobre la emigración de los civiles y la llegada de 34.000 soldados ingleses durante la Segunda Guerra Mundial, hasta que llegamos a media trazada del Monte de Calpe, donde ya los MACACOS se muestran maleducados, considerando lo maravilloso que es la educación gibraltareña, y pesados, pues miran a Cómodo Centón como si fuese un extranjero, como con cierta prepotencia y superioridad; hay que destacar aquí el intento de uno de los "monos" de subirse a la chepa del Centón, y que éste rechazó enérgicamente con un giro lateral y ondulado de su brazo, como describiendo una curva cuántica. En este punto y hacía el "levante" se pueden ver nuevos actos de piratería y criminalidad gibraltareña, con la toma de terreno al mar Mediterráneo y la implantación de una zona residencial y de ocio, mientras que al "poniente" sigue en pie la MURALLA ESPAÑOLA del siglo XVI y una puerta de acceso al recinto primitivo de defensa, hoy destinado a "comedor" para los monos-macacos, donde huele a cocina cuartelaria. Desde aquí se ve la entera BAHÍA DE ALGECIRAS.

     El viaje prosigue hacía el "norte" pendiente hacía abajo, hasta alcanzar cota aproximada de 250 metros. Un SEGUNDO MIRADOR nos presenta la línea fronteriza que nos recuerda que estamos en tierra invadida, actualmente gobernada por la piratería. En el mismo lugar la entrada a los TÚNELES que fueron abiertos con el sufrimiento, las heridas, las enfermedades y las muertes de ignorantes soldados ingleses, al servicio de unos monarcas absolutos y una casta de nobles capitalistas que junto a los cañones condenaron a jóvenes de Londres y de otros pueblos al suplicio y la tortura de unos intereses avariciosos y mezquinos. Paneles, en inglés, nos informan de unas gestas militares inútiles, el "honor inventado" de unos cuantos generales, duques, condes..., donde podemos ver unos cuadros teatralizados de soldados ignotos.

     Al detenerse el Taxi en su punto inicial de partida, refiere el Centón al Taxista-Guía su gran cualidad de propagandistas y publicitario..., sonríe el Taxista-Guía.

     ¡Bueno...!

     Para aliviarse de tanto "pesar" se sienta Cómodo Centón en una "terraza de bar"; pide una cerveza y... nada más, porque nada más hay. Luego se acerca a un escaparate y observa que una botella de un licor andaluz responde al precio de 5,50 euros, y la compara con los 8,25 euros que la misma botella andaluza cuesta en Alicante..., ¡está claro que pisa suelo de PARAÍSO FISCAL!, y decide comprar la botella en Alicante por no ser cómplice criminal de los piratas gibraltareños.

     Porque si la DEMOCRACIA fuese DECENTE no trataría ni con tiranos (China, por ejemplo) ni con piratas (Gibraltar, por ejemplo). 

2 comentarios:

  1. me encanta!!!!!!! muy clarito, creo que esta excursion es la que mas te ha impactado.

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  2. Dan ganas de ir...jejeje
    Ahora que la botellita podias haberla comprado

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