DOCUMENTO ANTERIOR: 00963
DOCUMENTO POSTERIOR: 00991 - 01160 - 01258 - 01396 - 01506 - 01682
-I-
Cuando un HOMBRE-DINERO abre una fábrica en un pueblo, se alegran los habitantes de ese pueblo, pues esa fábrica trae consigo puestos de trabajo para el HOMBRE-PUEBLO: que suerte para el pueblo, que bueno es el Hombre-Dinero.
Cuando pasado el tiempo esa fábrica produce beneficios, el Hombre-Dinero aumenta su cartera, de modo que la alegría de aquellos tiempos en que se abriera la fábrica se transforma en tristeza, rabia y odio del Hombre-Pueblo hacia el Hombre-Dinero.
Ya no basta con el hecho de abrir una fábrica, ahora se impone el hecho de mantener esa fábrica. El Hombre-Dinero ya no es aquel hombre-bueno que abrió una fábrica y dio trabajo y salarios al Hombre-Pueblo, ahora es el capitalista fiero que está expoliando la riqueza del Hombre-Pueblo, de modo que ha llegado el momento de NACIONALIZAR la FÁBRICA de éste cuento.
-II-
La MISERIA de un pueblo se asienta en su propia incapacidad para generar empleo, de modo que cuando se acepta por un pueblo el dinero de un extranjero, lo que ese pueblo está haciendo es vender su suelo. De igual modo, cuando un Hombre no es capaz de crear una empresa, se somete a la dictadura de aquel que es capaz de crear la empresa.
-III-
En sentido estricto es lo anterior lo que está aconteciendo en ARGENTINA con YPF-REPSOL. Ven los argentinos en la compañía española la evasión de su riqueza natural, esa misma riqueza que los argentinos no supieron crear por ellos mismo y a tiempo, sino que dejaron fuese creada por un extranjero. La alegría de aquellos tiempos de inversiones de dinero extranjero se ha convertido hoy en la tristeza de ver como el dinero se acumula en el dinero extranjero; dicho de otro modo, del agradecimiento al odio solo hay una tenue línea donde uno se cree capaz de todo.
Intervenir sobre la FÁBRICA tiene varios niveles que conforme se recorren se muestran como más peligrosos. Se inicia con una pequeña participación, en este caso de Argentina, sobre el NEGOCIO, lo que, sin duda, molesta al Hombre-Dinero. Sigue con un aumento de la participación en el negocio, lo que inquieta al Hombre-Dinero. La situación aquí ya no es la misma, Argentina quiere opinar sobre la GESTIÓN de YPF-REPSOL, y ésto al Hombre-Dinero ya no le gusta ni un pelo. La PAZ de aquellos iniciales tiempos es ahora GUERRA.
Como el Hombre-Dinero está guerra la tiene perdida, solo le cabe retirarse por el foro.
Ya tiene el Hombre-Pueblo o Argentina, ganada la guerra, la titularidad de la fábrica. Solo que ahora empieza el verdadero problema: hace falta dinero para que la fábrica siga abierta..., de tal manera que quedan dos caminos, que son bien cerrar la fábrica si el Hombre-Pueblo no tiene dinero para invertir en ella, bien hay que llamar al Hombre-Dinero para que invierta su dinero..., solo que ahora ya está el Hombre-Dinero montando otra fábrica en otro pueblo...
-III-
En sentido estricto es lo anterior lo que está aconteciendo en ARGENTINA con YPF-REPSOL. Ven los argentinos en la compañía española la evasión de su riqueza natural, esa misma riqueza que los argentinos no supieron crear por ellos mismo y a tiempo, sino que dejaron fuese creada por un extranjero. La alegría de aquellos tiempos de inversiones de dinero extranjero se ha convertido hoy en la tristeza de ver como el dinero se acumula en el dinero extranjero; dicho de otro modo, del agradecimiento al odio solo hay una tenue línea donde uno se cree capaz de todo.
Intervenir sobre la FÁBRICA tiene varios niveles que conforme se recorren se muestran como más peligrosos. Se inicia con una pequeña participación, en este caso de Argentina, sobre el NEGOCIO, lo que, sin duda, molesta al Hombre-Dinero. Sigue con un aumento de la participación en el negocio, lo que inquieta al Hombre-Dinero. La situación aquí ya no es la misma, Argentina quiere opinar sobre la GESTIÓN de YPF-REPSOL, y ésto al Hombre-Dinero ya no le gusta ni un pelo. La PAZ de aquellos iniciales tiempos es ahora GUERRA.
Como el Hombre-Dinero está guerra la tiene perdida, solo le cabe retirarse por el foro.
Ya tiene el Hombre-Pueblo o Argentina, ganada la guerra, la titularidad de la fábrica. Solo que ahora empieza el verdadero problema: hace falta dinero para que la fábrica siga abierta..., de tal manera que quedan dos caminos, que son bien cerrar la fábrica si el Hombre-Pueblo no tiene dinero para invertir en ella, bien hay que llamar al Hombre-Dinero para que invierta su dinero..., solo que ahora ya está el Hombre-Dinero montando otra fábrica en otro pueblo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario