DOCUMENTO ANTERIOR
07172 (14.10.2022 - Es usted, María, una asesina)
DOCUMENTO POSTERIOR
07192 (24.10.2022 - La escalera mecánica
o de quién es el derecho)
Tras caminar, sin encontrarla, encontré la casa que no buscaba; era pequeña, como pareciendo no existir, y a través de su estrecha puerta, entré. Una sala de verdes paredes me recibió, y en ella todo era verde, hasta yo. Encontré una estatua verde en su centro, que no recuerdo que estatua fue. Y una puerta al fondo había, que era verde y que crucé. En una sala de blancos colores me sentí estar, y era enorme, y no hallé una estatua blanca en esta sala, que tampoco busqué, sino que fui recorriendo la estancia hasta que me cansé. Y abriendo una puerta blanca, en una sala azul me encontré, de extrañas dimensiones era, y cuando quise medirla, no pude, pues cuánto más media, más crecía la sala no sé hacia dónde ni tampoco quise saber por qué. Más pude ver una puerta, que abrí y pasé, rodeado de rojas paredes que se movían, parecía, todas a la vez, lo que me llevó a quedarme admirado de aquella casa que no buscaba y que encontré.
Estoy perdido en esta casa donde no busco encontrarme; ¿para qué?, no quiero encontrarme ni encontrar a nadie quiero, y me pierdo en sus salas vacías, entre sus colores, más, no quiero escapar de esta casa, no deseo salir de ella, donde no me encuentro y creo que soy feliz.
No hay ventanas en esta casa, ni balcones ni terrazas hay, ni un solo hueco en sus paredes por donde mirar el frío helor que gobierna el exterior; no tengo ni alimento ni bebida que me ayuden a extender mi vida. Soy un cobarde guarecido en esta casa.
Estoy en una red sin red, es un extraño espacio, en un tiempo que no es mío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario