viernes, 21 de octubre de 2022

07185-110.CINE: 05.Cárcel: 02.Modelo 77: Prisión Celular o Cárcel de Barcelona

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07184 (21.10.2022 - 04.Cárcel: 01.Modelo 77
                                       Prisión Celular o Cárcel de Barcelona 
                                       Concepto de cárcel)

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07229 (18.11.2022 - El cuarto pasajero de Alex de la Iglesia)


      MODELO 77 es un drama carcelario de 125 minutos de duración y dirigida por Alberto Rodríguez Librero, Dirección Artística de Pepe Domínguez del Olmo, Vestuario de Fernando García, Guion de Rafael Cobos y Alberto Rodríguez Librero, Música de Julio de la Rosa, Sonido de Daniel de Zayas, Fotografía  de Álex Catalán, Montaje de José M. G. Moyano, interpretada por Miguel Herrán (Manuel Gómez), Javier Gutiérrez (Pino), Fernando Tejero (El Marbella), Jesús Carroza (el Negro) y Catalina Sopelana (Lucía), y un par de actores/funcionarios que no aparecen en la ficha técnica.

       La película trata de los acontecimientos acaecidos en 1976 en la Cárcel Modelo de Barcelona, donde se mezcla una parte mínima de la realidad de la cárcel y una parte abundante de ficción cinematográfica. Cuenta la historia de un joven contable que ingresa en prisión por una ilegalidad cometida con el dinero de la empresa donde trabaja. Se une a esto la aparición de la Coordinadora de Presos en Lucha (COPEL), que nace en la Prisión de Carabanchel (Madrid)  a finales de 1976, pero fue a principios de 1977 que inició su actividad hasta la  la aprobación de la Ley Orgánica Penitenciaria de 1979. Une, asimismo, la fuga, en junio de 1978, de 45 presos de la cárcel modelo de Barcelona, todos los cuales fueron apresados por la policía y devueltos a prisión.

       Las localizaciones son la Prisión de Barcelona y una fábrica de artillería de Sevilla. Al parecer en la prisión se han realizado algunas obras para retornar al aspecto que tenía en 1976, haciéndose uso de una de las galerías y del centro, así como del patio de ingreso a la prisión. Además se presentan instalaciones que no concuerdan las que había en 1976.

       Se trata de una película más emocianal en cuanto a los personajes que acorde con la interior de la cárcel, se centra principalmente en las figuras de los presos y se deja de lado la parte de los funcionarios, ya que busca establecer el estado físico y de gobierno de las prisiones franquistas. Los FUNCIONARIOS son personas mayores con veinte o veinticinco años de servicio, que ingresaron en la carrera a principios de los años cincuenta del siglo XX, y que ven como el sistema se hunde tras la muerte de Franco, desde una práctica dictatorial a una nueva indefinida en su fondo por los albores de la democracia; en esta aptitud, en cierto sentido ápatica, de los funcionarios cabe la duda si la fuga de 1978 fue permitida por los propios funcionarios, lo que queda reflejado por la narrativa de la fuga, ya que los presos se mueven por la enfermería como Pedro por su casa durante quince días, abren el túnel y llegan a las alcantarillas. Hay que hacer constar que a la enfermería de la Modelo se llegaba, desde el túnel de acceso al centro, y tras pasar un pequeño patio, lo que no concuerda con lo presentado en la película. Por otra parte, se quedan fuera otras instalaciones como el patio de basuras, la escuela, el departamento de invertidos, antes de militares, las golfas y los subterráneos de la prisión, entre otras. 

       Cierto es que el director Alberto Rodríguez especifica que es una película y que, por lo mismo, se toma licencias narrativas, adaptadas a un contesto histórico, para captar la atención del espectador. 

       La DIRECCIÓN es aceptable y no supera la realizada en películas anteriores del director, el cual interviene, también, en el GUION, que arranca bien con un expositivo prometedor, pero que pronto se enreda en diferentes tramas que no terminan de unirse bien, lo que produce que la película pierda tensión narrativa y resulte, en ocasiones, con cierta pesadez. La combinación del preso novato con el preso veterano, y ambos con la revuelta en la prisión no termina de encajar como consecuencia de la parte emocional, preferentemente la que se desarrolla en locutorios. Los DIALOGOS mejoran el desarrollo del guion, más no se puede evitar el argumentario básico, "todo preso tiene derecho a fugarse", lo que es, del todo, inconsistente. Aquí se cumplen dos de las características que se explican en las notas para descubrir al malo y al bueno (ver documento 02642 de 16.12.2015 de este índice), como son que "el malo, haga lo que haga, nunca tiene razón" y que "el bueno, haga lo que haga, siempre tiene razón"

      La DIRECCIÓN DE ARTE recrea bien el ambiente general, haciendo uso de una utilería propia de la época, de modo que la película está bien expresada con relación al año 1976, generando una buena escenografía, especialmente el VESTUARIO con los tejanos de pata ancha o las camisas entalladas de cuellos infinitos y colores, sin duda, impresentables de la época, mientras que el MAQUILLAJE ha dejado ver patillas, bigotes y peinados propios de la época. 

       La FOTOGRAFÍA define bien los encuadres, mediante una evidente simplicidad y reuniendo figuras y fondos que permiten la observación de la totalidad, empleando la luz natural en el patio, así como luces artificiales como el de la bombilla del preso Pino y las farolas de la calle con fondos oscuros o bien el túnel para la huida. En esto cabe destacar los tres COLORES fundamentales del film; el negro, el blanco y la combinación de amarillo con el rojo donde se observa la violencia y el peligro, y el misterio envolvente de los acontecimientos. Contribuye a esto los rayos blancos de la LUZ que penetra del exterior como significativo de la libertad, todo lo cual recoge una abundante ILUMINACIÓN de contrastes escénicos. 

       El SONIDO del film es muy bueno, contiene ruidos, pero no significativos, en ocasiones utiliza el silencio, en otras se yuxtapone con imágenes, apoyado por la MÚSICA en fases de exaltación de los sucesos que estamos viendo. 

      La CÁMARA no presenta planos significativos, sino que presenta planos generales, de conjunto y de semi/conjunto, con diferentes planos medios y primeros planos, así como planos de detalles de objetos, prevaleciendo un punto de vista horizontal y algunas oblícuas desde abajo que presentan a los presos desde una posición de superioridad, contraponiendo oblícuas desde arriba cuando se trata de los funcionarios en posiciones de inferioridad, sin olvidar algún trávelin desplazado hacía atrás. La CADENCIA intercala largos y breves, con cierta agitación y detalles visuales en un RITMO entre lento y rápido. 

      El MONTAJE es algo confuso, no hila de modo efectivo los contenidos de escenas y secuencias, y no lograr pegar adecuadamente el paso del tiempo, de ahí que tenga que apoyarse en diferentes títulos que sitúan al espectador en el paso del tiempo. Los cortes, en ocasiones, desubican la continuidad fílmica mediante saltos no explicativos, todo lo cual es el resultado de una exposición narrativa que no acude a elementos que permitan asumir, por parte del espectador, los cambios espaciales. Tal vez una ligera mayor presencia documental de los funcionarios hubiese mejorado la calidad del empalme. 

         Hay que destacar el carácter plano del personaje de Pino (Javier Gutiérrez) que, con apenas expresiones faciales, logra imponer su presencia. Le falta contenido emocional a Manuel Gómez (Miguel Herrán) y una fuerza real en su actuación. Mejora tanto Lucía (Catalina Sopelana) como El Marbella (Fernando Tejero). 

       MODELO 77, con sus dos horas de proyección, no resulta aceptable en conjunto, pero tiene la virtud de penetrar en el ambiente general de una cárcel franquista que está caminando hacia un mundo democrático por hacer, y cuyo resultado fue cambiar de las prisiones radiales a las prisiones de módulos.

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