lunes, 9 de enero de 2012

00880-05.LA NUEVA BENEFICENCIA: 02.La inmoral discriminación positiva

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02129 (06.01.2015)
07589 (30.06.23 - 03.La Inmoral 
                              Discriminación Positiva)


          En el documento anterior a éste se dijo, con absoluta claridad, como hay DOS CLASES DE NECESITADOS; por una parte tenemos al NECESITADO POR NECESIDAD y al NECESITADO POR AYUDA, estableciendo la realidad de como el deber de "agradecer la ayuda" deviene en la exigencia de "recibir la ayuda". Ese salto conceptual es un mero ejercicio "legal", pero no porque la LEY se adelante a la SOCIEDAD sino porque la SOCIEDAD arde en aburrimiento de ser ignorada por la LEY. En ésto, como en otros asuntos, siempre podemos recurrir a CÓMODO CENTÓN cuando afirma que "todas las leyes mienten".

          La LEY ha de ayudar, cierto, pero no des-ayudando, de modo que la Ley que a uno favorece a otro desfavorece, y ésto que desde un punto de vista "social" puede ser cierto, deja de serlo cuando el punto de vista se traza a través del "individuo", de tal manera que lo que se impone es la insuficiencia de uno por encima de la suficiencia de otro. Esto es, yo no tengo porque entrar a la cárcel por el asesinato cometido por mi padre. Un GOBIERNO, y cuando decimos un "gobierno" nos referimos a cualquier concepto, ha de estar formado por las diez mejores personas posibles, y no por un hombre, una mujer, un cojo, una coja, un manco, una manca, un tuerto, una tuerta, un coeficiente intelectual de 150 y otro coeficiente intelectual de 50, y, ¿por qué no?, un sapo y una sapa. Lo dicho, y por exageración, ayuda a su comprensión. Determinar otra conclusión o resumen es mera vulneración de la inteligencia, esto es, simple CARIDAD.

          También dijimos en el documento anterior como vivimos en una SOCIEDAD DE ENFERMOS..., más no referimos esa "sociedad de enfermos" al coeficiente intelectual de 50 ni lo hacemos en relación con aquel que padece una enfermedad física o mental, a los cuales, sin duda, hay que "ayuda por necesidad",  y "no por caridad", y hacerlo sin decaer en la INJUSTICIA que produce una Ley, que para resolver un problema genera otro. 

          Dicho de otro modo, el AYUDAMIENTO empieza por uno mismo y termina en los demás; NO AYUDAR es fascismo. Si soy el mejor, soy el mejor. Si soy el peor, soy el peor. En esto consiste el AYUDAMIENTO; lo demás es hipócrita caridad. 

          Es CARIDAD afirmar que una persona con DIECIOCHO AÑOS y LA PRIMARIA puede ser diputado a Cortes y legislar. En esto consiste la MENTIRA DE LA LEY.

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