00902-51.SOY EL DESCANSO DE MI MISMO: 01.Entre lo Absoluto y la Verdad En Mí

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          Pensar, Verdad y Ser es lo mismo pero sobre todo es Lo Eterno que al pensar las cosas las crea; esto es Lo ABSOLUTO. Se ha llegado a la cima de todo cuanto ha sido pensado sobre lo Eterno desde el principio de los tiempos. Pero, y lo más importante, la SOBERANÍA es Lo Eterno. Lo Absoluto es la acción y, sobre todo, es la acción en él mismo. Ahora bien, queda el HOMBRE. En primer lugar el ESPÍRITU o RAZÓN UNIVERSAL es la suma de toda manifestación humana y las condiciones espirituales crean cambios materiales e impulsan la HISTORIA, siendo ésta la única de la que el Hombre se puede fiar, porque dentro de ella están la verdad y la razón, y como si de un río se tratase la Historia se mueve hacía la Razón y la Libertad, y como resultado de esto acepta la idea del Hombre que la VERDAD es subjetiva, por lo que no es eterna, y como consecuencia de ese cambio cada época tiene su verdad, que, a su vez, no existe por encima de la Razón, ya que ésta es dinámica y, por lo tanto, inmersa en un proceso donde la realidad es contradicción. Tal EVOLUCIÓN se sustenta sobre una realidad que es negada por una segunda realidad; ésta contradicción se resuelve con un resultado. En su interior se trata de comprender como cualquier cosa existe como movimiento de Lo Eterno, cuya explica tanto la Naturaleza como la Historia, de modo que todo lo que está en movimiento es un momento de ese movimiento eterno. Así pues, si el Espíritu es o Absoluto, la RAZÓN ABSOLUTA es la sociedad, la RAZÓN OBJETIVA se da entre los hombres y la RAZÓN SUBJETIVA define al individuo.

          Ciertamente es la VERDAD PARA MÍ lo importante; con esto la idea del Hombre descubre el antecedente de la existencia misma pero como lo inédito e intransferible del YO que conlleva la existencia del EXISTIR. La acción y la decisión del Yo toma decisiones que se relacionan íntimamente con la propia existencia, de tal manera que la ESENCIA está en cada hombre, y no es lo importante si Lo Eterno existe sino el hombre ante si existe Lo Eterno. Esta posición enteramente Subjetiva es lo importante, lo personal, siendo la razón inesencial y los sentidos el mero resultado de lo humano; ambos son parte del camino de la vida, como en un proceso que los elimina sucesivamente hasta dar con la verdadera condición del Hombre. Se inicia con una FASE ESTÉTICA donde el Hombre vive el momento, se interesa por el placer, y alcanza una realidad envuelta por el aburrimiento y el divertimento, que le hace caer en la angustia y el vacío, donde el conocimiento es un simple derivado de los Sentidos. Prosigue con una FASE ÉTICA donde surgen los criterios morales como forjadores de la relación entre lo correcto y la equivocación, todo esto discernido por la Razón que lleva al deber. Concluye en una FASE RELIGIOSA, momento en el cual el Hombre decide, entre los Sentidos y la Razón, optar por la FE en Lo Eterno como una obediencia, desechándose cualesquiera concepto humano.