domingo, 29 de enero de 2012

00901-27.EL CINE: 01.The Artist

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          ARTISTAS es una película francesa que huele, en todo, a Usa, del año 2011, de 1,40 horas, inscrita en el género entre drama y comedia, rodada en blanco y negro. Dirección y guión de MICHEL HAZANAVICIUS, la música es de LUDOVIC BOURCE, la fotografía de GUILLAUME SCHIFFMAN y el montaje de ANNE-SOPHIE BION. Sus actores principales son JEAN DUJARDIN (George Valentin) y BÉRÉNICE BEJO (Peppy Miller). 

          Estamos ante una película MUDA, existen, que sepamos, seis manifestaciones más entre los años  cincuenta y dos mil, que narra el paso del Cine Mudo al Cine Sonoro, el  fracaso y la ascensión de sus personajes, y todo dentro de un MELODRAMA. La HISTORIA es la característica propia de la época cinematográfica que retrata la película, de modo que resulta simple y evidente pero emociona al tiempo que hace reír. Se apoya en INTERTITULOS, siendo la VELOCIDAD de FILMACIÓN la que actualmente estamos acostumbrados, por lo que en éste sentido se aleja de la que era usual en aquella época.


          DIRECCIÓN y GUIÓN resultan muy profesionales, perfectamente estudiados, altamente consolidados, que tienen su continuación con un MONTAJE, en el que también participa Hazanavicius, de modo que todo el conjunto presenta una unidad bien ensamblada. Predomina el interior de los personajes, su estado de ánimo, emociones y sentimientos, pero decae en cuanto a la conciencia y la sicólogia de los mismos. Se apoya en tres actores reales, tales como Rodolfo Valentino, Errol Flynn y Fred Astaire, tanto en cuanto a estética como en cuanto "aparente" contenido; VESTUARIO, PELUQUERÍA y MAQUILLAJE cumplen notablemente con el objetivo, de lo que resultan caracterizaciones convincentes. La FOTOGRAFÍA, sin embargo, no cumple una función primordial, es meramente profesional, sucediendo otro tanto con la ILUMINACIÓN.

          La MÚSICA es actor principal de la película, acompaña continuamente, sin descanso, con jazz y clásica, así como otras notas dispares, que resultan magnificas al tiempo que algo insípidas en algunos momentos, pero que resulta ser un gran trabajo aunque, en ocasiones, ampliamente superada por los propios ACTORES cuyo lenguaje corporal, expresión facial, en suma teatralización, se mueve entre una actuación meritoria y muy bien trabajada, con marcadas sutilezas expresivas y de contenido, y una sobre-actuación que nos traslada a la época del Cine Mudo. A los dos actores principales acompañan tanto JOHN GOOGMAN (el productor) y JAMES CROMWELL (el conductor). Y es esa fina actuación y marcada interpretación lo que permite reducir al máximo los INTERTITULOS, que se presentan bastante sobrios entre escenas como resplandecientes en las pancartas de las diferentes salas cinematográficas.

          La CAPTACIÓN FÍLMICA muestra abundantes planos de detalle (bocas abiertas), grandes planos (del rostro) y planos medios con algunos planos generales (habitación quemada), así como grandes planos (sala cinematográfica), de modo que es posible recorrer todo el campo de interiores humanos e importancia de ambientes. La visión de la cámara es, en general, normal, entre una predominante posición horizontal y ciertas oblicuas (plano de derrame de un líquido sobre un cristal) con giro, así como el tradicional travelling lateral que acompaña al PERRO y al GUARDIA en uno de los momentos más inquietantes de la película, sin olvidar el otro momento como es aquel en el que la CHICA, mal conduciendo el coche y en un alarde de truco de estudio, se dirige al rescate de su amor. El RITMO, en general, es rápido al comienzo de la película, muestra el desenfado con el que viven los personajes, para devenir en escenas largas que ahondan  en el fracaso y muestran un destino fatal.

         El SONIDO se hace patente en dos momentos de la película. En el primero un VASO que se golpea y proporciona un ruido da lugar a ruidos de ambiente (risas de las coristas), lo que quiere mostrar "la muerte" del Cine Mudo y "el nacer" del Cine Sonoro, que nos presenta la incapacidad de "George Valentin" para adaptarse al cambio de técnica. El segundo momento es el baile de "claqué", cuando la cámara se eleva más allá del decorado y nos presenta la tramoya. 

        Es, sencillamente, UNA PELÍCULA DE OBLIGADO VISIONADO.     

1 comentario:

  1. Crítica muy acertada. La pelicula vale mucho la pena.

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